Nuevas tendencias: los famosos se cansaron y volvieron a usar los celulares con "tapita"

Si de avances tecnológicos se trata, la telefonía celular sin lugar a dudas encabeza la lista de los que crecieron y cambiaron con mayor velocidad en los últimos años. Parece lejano el momento en que tener un móvil constantemente en el bolsillo era una idea extraña, incluso ya resulta raro pensar que existen celulares que no sean smart. Sin embargo, todo eso ocurrió hace no tanto tiempo y los seres humanos éramos capaces de vivir sin ello.

Así como la tecnología en telefonía celular avanzó considerablemente en los últimos años, la atención que los usuarios le prestan a sus aparatos móviles aumentó de manera directamente proporcional a las prestaciones que ofrecen los celulares. Sin ir más lejos, basta con abordar cualquier transporte público para ver que casi el 100 por ciento de los viajeros pasan casi todo el recorrido chequeando sus teléfonos. Tanto es así, que hasta puede hablarse de adicción en el caso de muchos usuarios.

Sin embargo, hay quienes intentan dar batalla a la creciente invasión de la industria de los celulares en la vida cotidiana, y son nada más y nada menos que las celebridades más importantes de los Estados Unidos. ¿Cómo hacen? Simplemente abandonaron sus smartphones para volver a los viejos "celulares con tapita", sin internet y sólo con línea. Sí, eso aún existe y funciona.

Danny Groner, gerente de la agencia de fotos Shutterstock, valuada en 1.200 millones de dólares, es uno de los orgullosos usuarios de celular no inteligente. "Me preocupa que pueda 'quedarme'. Paso 13 o 14 horas por día frente a una pantalla. Eso es suficiente, no necesito que sean 17 horas", explicó el joven gerente. Y está en lo cierto: trabaja en una oficina en el Empire State de Manhattan, rodeado de tecnología, así que su celular es una especie de oasis.

"El aumento en el uso de los teléfonos plegables es una reacción a la sensación de que uno está subordinado a los teléfonos inteligentes. La adopción de un teléfono plegable es una declaración audaz de que uno tiene el control", explicó el abogado y especialista en ética de la tecnología David Ryan Polgar.