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No a los linchamientos, siempre, no

Quien lincha a un ladrón, quien participa de un turba que patea hasta matar, puede recibir penas que van, en el menor de lo casos, hasta 6 años de cárcel.

Seguramente esta opinión no generará una catarata de adhesiones. Seguramente, habrá mas rechazos, que buenos comentarios. 

Linchar a un ladrón, es pasar de víctima o testigo, a homicida. Es pasar una línea de la que no se vuelve más. Linchar a un asaltante, es asesinar, es ser un ilegal.

El argumento de muchos para justificar lo injustificable, es "y bueno... como nadie hace nada, como el Estado está ausente, como la policía no detiene, o como los jueces, liberan, los matamos nosotros". Inaceptable.

Que quede claro, quien lincha a un ladrón, quien participa de un turba de cobardes clandestinos que patea hasta matar, puede recibir penas que van, en el menor de lo casos, hasta 6 años de cárcel, homicidio en riña; y en el peor de los casos, perpetua, homicidio calificado.

Nada justifica matar a un ladrón reducido tras una corrida. A ese ladrón, en todo caso, hay que entregarlo a la policía. Y muchos dirán ¿para qué?, si después lo liberan.

Los linchamientos son una foto de una sociedad podrida, sacada, sin retorno. Es cierto que muchos eligieron la mal llamada "justicia por mano propia". Hay que decir no a esa lógica. 

Antes que ser homicida, es preferible ser una víctima despreciada por el sistema. Esa víctima, más allá de todo, puede dormir tranquila, en paz, sin la idea "de que se cargó a uno". De eso no se vuelve