Murió Renzo Antonelli: una triste noticia que genera más alivio que dolor
Este viernes al mediodía el pequeño correntino que recibió un trasplante de corazón en el Garraham perdió la vida tras varios meses de lucha incesante.
Después de más de ocho meses de una interminable y desgastante batalla, este viernes finalmente ocurrió lo peor: murió Renzo Antonelli.
El pequeño correntino de tan solo dos años luchó codo a codo con la muerte durante el último tiempo en una contienda dolorosa y atroz que terminó con la vida del bebé.
Renzo nació en 2010 con un miocardio no compactado (MNC), una enfermedad cardíaca congénita que le fue diagnosticada a las 8 semanas de gestación y que le generaría problemas respiratorios de por vida, por lo que en octubre de 2012 fue trasladado desde su Corrientes natal al Garraham donde lo conectaron a un corazón artificial a la espera de un trasplante.
Desde las primaras semanas en el vientre de su madre el niño libró una guerra contra su enfermedad y pasó por las peores vicisitudes antes de ser vencido por su peor enemigo.
El primer día de junio una luz de esperanza incrementó la fe de toda su familia, y del país entero, cuando apareció el donante que tanto se esperaba, pero a días de ser trasplantado el corazón fue rechazado y Renzo sufrió dos infartos, que lamentablemente no fueron los únicos.
Si bien el dolor de una muerte es un sufrimiento inigualable que no se puede explicar bajo ningún punto de vista, sobre todo para los familiares más cercanos de la víctima, en este caso no se puede dejar de sentir cierto grado de alivio: ese chiquito tan luchador y batallador dejó de sufrir.
Ganó, Renzó ganó su lucha y dejó una inmensa lección para la sociedad, ahora llegó la calma para su alma y cuerpo tan golpeados que ya no tienen que padecer los embates de una enfermedad inescrupulosa y salvaje que hicieron estragos con él.
Su muerte conmocionó al país, pero no fue en vano. En su paso por esta vida ese pequeñito con cara de ángel cumplió su misión y dejó un legado: donar órganos es importante y puede salvar vidas.
Se terminó el dolor para Renzo y sólo quedará el amor dio indiscriminadamente hasta el último segundo de su existencia. Y eso, es lo mejor que pudo haberle pasado.