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Multihomicidio: Mafia China

Las sociedades secretas han existido desde hace más de 3.000 años en China.

Las organizaciones criminales italianas, vgr. Mafia, Camorra, Ndragheta, Sacra Corona Unita o la versión moderna estadounidense conocida como Cosa Nostra, tienen unos doscientos años de historia. Las sociedades secretas han existido desde hace más de 3.000 años en China, y siempre han estado compuestas por agrupaciones disidentes unidas por motivos políticos, generalmente conspirando para el derrocamiento de regímenes que rechazaran o contra fuerzas invasoras. El nombre Tríada es relativamente moderno y tiene su origen en una palabra inglesa que designaba los símbolos (triángulos) que aparecían en las banderas y estandartes de una de estas sociedades secretas llamada la Liga Hung o la Sociedad del Cielo y la Tierra. Esta organización tomó forma en los años que siguieron a la caída de la dinastía Ching. La historia contemporánea de esas organizaciones es una combinación de leyenda y realidad.

Aunque las Tríadas, originalmente, no vieron la luz para perpetrar actividades delictivas, degeneraron hacia el crimen, especialmente la extorsión. Cuando Gran Bretaña se adueñó de Hong Kong en 1841, ya las había con cierto poder en el territorio. Debido a su desconfianza del gobierno británico extranjero, la población china se agrupó en gremios y asociaciones que llegaron a constituir una especie de gobierno paralelo, en la clandestinidad, lo que favoreció el crecimiento del poder de las Tríadas.

Entre mediados del siglo XIX y los primeros años del siglo XX, casi un millón de chinos emigraron desde China continental hacia Hong Kong. El período de gobierno liberal británico estuvo marcado por la prosperidad creciente del territorio y la dominación de las Tríadas; así como un aumento exponencial en la delincuencia.

La derrota del gobierno nacionalista chino en 1949 dio lugar a un éxodo de refugiados que emigraron de China, varios miles hacia el próspero Hong Kong, Taiwán y otros países asiáticos. Muchos de estos refugiados eran miembros de las Tríadas, lo que provocó una expansión evidente de su actividad a principios de los años 50, unida a una serie de guerras entre bandas como consecuencia de la lucha por el poder en Hong Kong.

En razón de la participación delictiva de las Tríadas en los disturbios civiles de 1956, se aprobó una legislación de emergencia que generó la deportación de una cantidad importante de integrantes de las Tríadas y en la detención de varios miles de miembros o sospechados de serlo. Estas medidas, sin duda las más contundentes y enérgicas jamás tomadas contra esas organizaciones criminales en Hong Kong, detuvieron su evolución, y permitieron a las autoridades su control.

Hacia la mitad de los 70 se aprecian indicios claros de un resurgimiento de las actividades de las Tríadas y una expansión gradual de su ámbito de acción, hacia occidente. Actualmente las Tríadas no son más que unas bandas de delincuentes sin escrúpulos asociadas entre sí, algunas con un cierto grado de organización, para llevar a cabo sus actividades ilícitas mediante la intimidación de un amplio sector de la sociedad.

Yen Yu Ying, taiwanés, había instalado en Merlo, Provincia de Buenos Aires, un restaurante chino con dinero producto de sus negocios con el tráfico de inmigrantes. Los vecinos del lugar acostumbraban verlo en la terraza de su casa, caminando por las cornisas, practicando artes marciales. El mayor de sus hijos, de nueve años, relató a sus amiguitos de la escuela a la que concurría, que su padre entrenaba mucho para defenderse, "porque sabe que vendrán a matarlo". La noche del 29 de junio de 1992, la casa que habitaba Yen Yu Ying, junto a su esposa Lin Yin, su suegra Hsue Chen Chan y los dos hijos pequeños del matrimonio, se vio inmersa en una orgía de sangre.

Víctimas del multihomicidio

La secuencia fue reconstruida por los criminalistas policiales: dos sicarios ingresaron por el comercio, allí atacaron a Yen armados con dagas; los reflejos de experto en artes marciales le permitieron esquivar la primera arremetida y provocar un severo corte en el brazo izquierdo de uno de los criminales; sin embargo al momento caería mortalmente herido por una pluralidad de puntazos acertados por sus verdugos.

La secuencia continuó dentro de la vivienda donde a medida que los criminales encontraron a cada uno de los habitantes, lo ultimaron a cuchilladas; el matón herido dejaría un reguero de sangre en todo su recorrido y a la vez impresas sus huellas dactilares en distintos lugares de la casa.

Víctimas del multihomicidio

Esa noche, un taxista había llevado de la plaza de Merlo a Liniers a dos chinos y esa sangre también quedó en el asiento de atrás del auto. Posteriormente, una información proveniente de la localidad de Esquina, Provincia de Corrientes, donde habían estado refugiados los sicarios permitió su identificación y el pedido de sus capturas a la O.I.P.C. Interpol.

Unos meses después, luego de protagonizar una reyerta en un cabaret en La Paz, eran detenidos dos orientales por los Carabineros Bolivianos, ambos eran requeridos nuestro país. La aprehensión de Huan Hua, alias Peter, y Pen Yu, alias John, permitió su extradición a la República Argentina, en 1993, donde se acreditó que la sangre de Pen Yu, arrojaba correspondencia con la regada en la casa de Merlo y el Taxi, tenía una cicatriz en el antebrazo izquierdo y sus huellas dactilares coincidían con las impresiones sangrientas halladas en la escena del crimen. Todo lo que dijeron los sicarios en el juicio oral en el que se los sentenció a 25 años de prisión fue el consabido: "no entiendo".