"Mi abuelo Raúl hubiera estado orgullosa de mí"
Lucía Alfonsín, la nieta actriz del ex mandatario.
Es la nieta de un ex presidente de la Nación, Raúl Alfonsín, e hija de Ricardo Alfonsín (59), candidato a presidente. Sin embargo, Lucía Alfonsín (28) desarrolló una vocación lejos del show de la política, en un escenario distinto: el teatro.
Menudita, vivaz, dueña de una mirada muy pícara y por demás extrovertida, llegó a la entrevista sola.
Sin custodia, sin secretaria ni asistente, como tratando de restarle importancia a su apellido. Desde hace cinco meses está de novia con Guido Deymonnaz (31), un sociólogo y asistente social aunque, por el momento, está muy cómoda viviendo en la casa de sus padres: "No tengo ningún apuro en casarme".
—¿Cuándo nace su vocación por lo artístico?
—Desde muy chica me gustó la música, en casa papá siempre nos hacía escuchar música clásica y ver ópera. En tercer año del colegio comencé a estudiar canto y, desde entonces, no paré. Cuando terminé el colegio, descubrí la actuación. Entonces comencé a ir a escuelas de comedia musical y luego seguí con diferentes profesores.
—Un día se lo tuvo que decir a su familia, ¿cómo fue?
—Fue un tema porque en mi familia no hay artistas. Ni de parte de papá, donde somos 25 primos, todos abogados, y tampoco de parte de mamá, donde somos otros 25 primos. Pero el apoyo de papá fue incondicional.
—¿El abuelo Raúl le cuestionó su decisión?
—Nunca. Pero sí me sentía un poco distinta, porque ninguno hacía nada parecido a lo que yo quería.
—Volviendo a sus padres, ¿cree que están preparados para tener una hija famosa?
—En casa ya está aceptado que soy actriz y cantante, de hecho, ya hice trabajos profesionales. En cuanto a la fama, papá está en constante exposición, por eso creo que lo va a entender.
Aunque la fama no es mi objetivo, sino hacer lo mejor dentro de lo que me gusta.
—¿A qué le diría no en la profesión?
—Le diría que no a todo lo que no me ayude en mi crecimiento y en mí búsqueda artística.
—¿Haría un desnudo?
—Podría a llegar a hacerlo si la obra lo requiere. De hecho, estoy haciendo una obra y está la posibilidad de hacer un desnudo. No tengo proble ma, si tiene un contenido.
—¿Y un escándalo para ser más conocida?
—No, todo lo que es chimento no me va.
—¿Y si Marcelo Tinelli la llama para participar de sus programas?
—No, tampoco. Mi objetivo es trabajar en cine, en teatro de texto, en comedia musical y hacer televisión, pero desde una tira o un unitario.
—Si luego de esta nota la llama Adrián Suar para trabajar en Pol- Ka, ¿qué le diría?
—Le diría un ràpido sí.
—Si la viera Susana Gimenez seguramente le diría: "¡qué flaquita!", ¿se cuida de alguna manera especial o es genético?
—Me gusta mucho comer. Muero por los dulces, por eso me tengo que cuidar, aunque no hago una dieta estricta.
—¿En algún momento pensó en cambiarse el apellido para ser una self-made woman?
—Nadie asocia mi apellido con la política. Este año contraté una representante para que me maneje la carrera y ni ella se dio cuenta de quién era. Le tuve que contar yo que mi papá es Ricardo. Por eso no me suma ni me resta.
—¿Su abuelo la vio actuar?
—El abuelo Raúl nunca tenía tiempo, siempre estaba muy ocupado.
—¿Era un hombre cariñoso con usted?
—Con Raúl y María Lorenza nunca tuve mucha relación. Pero cuando lo veía al abuelo, me encantaba escucharlo. Mirarlo, observarlo, porque era una persona fantástica.
—¿Se mandaba la parte con sus amigas diciendo que su abuelo fue presidente de la Nación?
—Nací en 1983, o sea que siempre fue algo cotidiano, como levantarme y lavarme los dientes.
—¿Tal vez le pasó eso porque viene de una familia de muy bajo perfil?
—Más que el recuerdo de decir: "mirá, mi abuelo es presidente", tengo el recuerdo de mis padres diciendo: "No vayan a creer que porque su abuelo es presidente pueden hacer cualquier cosa".
—Si su papá gana las próximas elecciones, ¿está preparada para ser la hija del presidente de la Nación?
—No tengo problema con eso. Siempre trato de estar presente en todos los actos importantes, aunque algunas cosas van a cambiar.
—¿Participaría como actriz en algún spot de campaña?
—Qué pregunta (risas). Si papá me lo pide sí.
—Con imágenes masculinas tan fuertes en su familia, ¿le resultó difícil ponerse de novio?
—Me gustan los hombres con personalidad. Tengo un poco de Complejo de Electra. (Risas)
—¿Cómo se imagina en el futuro?
—Me encantaría formar una familia, eso es seguro, y poder dedicarme a todo esto a fondo. Me gustaría poder no tener preocupaciones económicas para poder vivir de mi profesión.
Menudita, vivaz, dueña de una mirada muy pícara y por demás extrovertida, llegó a la entrevista sola.
Sin custodia, sin secretaria ni asistente, como tratando de restarle importancia a su apellido. Desde hace cinco meses está de novia con Guido Deymonnaz (31), un sociólogo y asistente social aunque, por el momento, está muy cómoda viviendo en la casa de sus padres: "No tengo ningún apuro en casarme".
—¿Cuándo nace su vocación por lo artístico?
—Desde muy chica me gustó la música, en casa papá siempre nos hacía escuchar música clásica y ver ópera. En tercer año del colegio comencé a estudiar canto y, desde entonces, no paré. Cuando terminé el colegio, descubrí la actuación. Entonces comencé a ir a escuelas de comedia musical y luego seguí con diferentes profesores.
—Un día se lo tuvo que decir a su familia, ¿cómo fue?
—Fue un tema porque en mi familia no hay artistas. Ni de parte de papá, donde somos 25 primos, todos abogados, y tampoco de parte de mamá, donde somos otros 25 primos. Pero el apoyo de papá fue incondicional.
—¿El abuelo Raúl le cuestionó su decisión?
—Nunca. Pero sí me sentía un poco distinta, porque ninguno hacía nada parecido a lo que yo quería.
—Volviendo a sus padres, ¿cree que están preparados para tener una hija famosa?
—En casa ya está aceptado que soy actriz y cantante, de hecho, ya hice trabajos profesionales. En cuanto a la fama, papá está en constante exposición, por eso creo que lo va a entender.
Aunque la fama no es mi objetivo, sino hacer lo mejor dentro de lo que me gusta.
—¿A qué le diría no en la profesión?
—Le diría que no a todo lo que no me ayude en mi crecimiento y en mí búsqueda artística.
—¿Haría un desnudo?
—Podría a llegar a hacerlo si la obra lo requiere. De hecho, estoy haciendo una obra y está la posibilidad de hacer un desnudo. No tengo proble ma, si tiene un contenido.
—¿Y un escándalo para ser más conocida?
—No, todo lo que es chimento no me va.
—¿Y si Marcelo Tinelli la llama para participar de sus programas?
—No, tampoco. Mi objetivo es trabajar en cine, en teatro de texto, en comedia musical y hacer televisión, pero desde una tira o un unitario.
—Si luego de esta nota la llama Adrián Suar para trabajar en Pol- Ka, ¿qué le diría?
—Le diría un ràpido sí.
—Si la viera Susana Gimenez seguramente le diría: "¡qué flaquita!", ¿se cuida de alguna manera especial o es genético?
—Me gusta mucho comer. Muero por los dulces, por eso me tengo que cuidar, aunque no hago una dieta estricta.
—¿En algún momento pensó en cambiarse el apellido para ser una self-made woman?
—Nadie asocia mi apellido con la política. Este año contraté una representante para que me maneje la carrera y ni ella se dio cuenta de quién era. Le tuve que contar yo que mi papá es Ricardo. Por eso no me suma ni me resta.
—¿Su abuelo la vio actuar?
—El abuelo Raúl nunca tenía tiempo, siempre estaba muy ocupado.
—¿Era un hombre cariñoso con usted?
—Con Raúl y María Lorenza nunca tuve mucha relación. Pero cuando lo veía al abuelo, me encantaba escucharlo. Mirarlo, observarlo, porque era una persona fantástica.
—¿Se mandaba la parte con sus amigas diciendo que su abuelo fue presidente de la Nación?
—Nací en 1983, o sea que siempre fue algo cotidiano, como levantarme y lavarme los dientes.
—¿Tal vez le pasó eso porque viene de una familia de muy bajo perfil?
—Más que el recuerdo de decir: "mirá, mi abuelo es presidente", tengo el recuerdo de mis padres diciendo: "No vayan a creer que porque su abuelo es presidente pueden hacer cualquier cosa".
—Si su papá gana las próximas elecciones, ¿está preparada para ser la hija del presidente de la Nación?
—No tengo problema con eso. Siempre trato de estar presente en todos los actos importantes, aunque algunas cosas van a cambiar.
—¿Participaría como actriz en algún spot de campaña?
—Qué pregunta (risas). Si papá me lo pide sí.
—Con imágenes masculinas tan fuertes en su familia, ¿le resultó difícil ponerse de novio?
—Me gustan los hombres con personalidad. Tengo un poco de Complejo de Electra. (Risas)
—¿Cómo se imagina en el futuro?
—Me encantaría formar una familia, eso es seguro, y poder dedicarme a todo esto a fondo. Me gustaría poder no tener preocupaciones económicas para poder vivir de mi profesión.