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Medicinas alternativas: parecen pero no son - Parte II

Las practican médicos diplomados y otras personas sin título alguno. En ambos casos la eficacia brilla por su ausencia.

Ya habíamos dicho que las medicinas llamadas "alternativas" o "complementarias" no tienen ningún basamento científico, y sus presuntos efectos no han sido probados por la investigación seria. Sin embargo son muy populares y representan un negocio multimillonario.

¿Cuáles son los perjuicios y peligros de acudir a una medicina "alternativa"?

En primer lugar, el principal peligro es abandonar un tratamiento convencional llevado a cabo con la medicina científica y quedarse solamente con el de la medicina "complementaria". Al ser eficaz sólo en apariencia, el paciente se puede convencer de que realmente los tratamientos y terapias "alternativos" son útiles y eficaces, cuando realmente no lo son.

En segundo lugar, se puede gastar mucho dinero y tiempo en una medicina que no es eficaz, lo cual de por sí constituye un perjuicio para el paciente.

En tercer lugar, se puede otorgar prestigio a una medicina "parasitaria" que no lo merece y se mantiene justamente porque ésta vive a expensas de la eficacia de la medicina científica, otorgándole un estatus que las "parasitarias" no tienen. Los pacientes suelen acudir a las dos simultáneamente, y suelen confundir cuál es la que trae resultados positivos.

Por lo tanto, la respuesta a la famosa pregunta, "¿qué podés perder?" es: mucho. Uno puede perder tiempo, dinero y hasta la vida. Frecuentemente se pone como excusa que en la medicina existe la mala praxis y que uno también puede perder la vida o sufrir consecuencias indeseables, pero ello no habla nada acerca de la medicina sino de los médicos que hacen mal uso de ella.

Sería como condenar a la literatura porque hay malos escritores, o a la ingeniería porque hay malos ingenieros. La falta de idoneidad existe en todos los campos, pero no se puede decir que haya médicos o terapeutas "alternativos" buenos o malos, porque simplemente lo que falla es la medicina "alternativa". Si un auto no funciona, por más que lo conduzca un piloto excelente, no va a servir de nada.

¿Por qué la gente recurre a las medicinas "parasitarias"?

-Son más baratas

-Se promocionan como inocuas, esto es, afirman que no hacen daño, no suelen tener efectos secundarios indeseables

-Se presentan justamente como una "alternativa" a la medicina científica convencional.

 

También tienen público porque por ignorancia, el paciente desconoce si ese tratamiento que se presenta como "alternativo" ha sido científicamente probado. Mucho más cuando el que lo promociona lo hace presentándolo como una terapia que contiene remedios con fórmulas secretas, solo accesibles para el promotor. O cuando predica que el tratamiento ha sido probado y miente deliberadamente para conseguir pacientes incautos y desesperados.

Efecto placebo: el poder de la sugestión:

La sugestión es un factor de alta incidencia en la aparente eficacia de las medicinas "alternativas". Y los científicos conocen esta incidencia con el nombre de "efecto placebo". Este fenómeno hace que una persona pueda sentir una mejoría temporaria debido a la sugestión. Supongamos que le duele la cabeza y le damos, en lugar de un remedio efectivo, una simple pastilla que contenga talco y azúcar, es decir, ningún ingrediente o droga activa contra el dolor de cabeza. Puede suceder que, por el solo efecto de la sugestión, deje de experimentar el dolor. Lo mismo sucede con las enfermedades crónicas como el asma o la artritis, que nombrábamos en la primera nota.

De hecho, se hacen experimentos en los cuales los pacientes no saben si se les está dando una droga efectiva o si se les está aplicando un placebo. Resulta que la mitad de las personas a las cuales se les está dando el placebo, dice experimentar una mejoría, y la otra mitad de las personas que tomaron la supuesta droga efectiva, dice no sentirse mejor. No podemos entonces asegurar que la droga en cuestión sea eficaz. Para que un remedio o droga se considere eficaz, debe superar al placebo.

El problema es bastante complicado porque si la persona se queda impresionada con un remedio o tratamiento inservible -debido precisamente al efecto placebo- puede llegar a abandonar un tratamiento convencional, supongamos, contra el cáncer. El resultado: sentirá tal vez una mejoría temporaria mientras la enfermedad sigue avanzando, y cuando el paciente se vuelva a sentir mal, ya será demasiado tarde. En estos momentos existen tratamientos "alternativos" que tratan desde un resfrío hasta el cáncer (como por ejemplo el desopilante "Túnel Fotónico"), y no tienen ninguna eficacia comprobada. Entre ellos, uno de los más populares es el HANSI, (Homeopático Activador Natural del Sistema Inmune). La palabra "natural" no es casual, ya que para el público tiene una buena reputación: con solo rotular a los remedios y recetas como "naturales", el promotor de una medicina "parasitaria" tiene ganado un 50 por ciento de la batalla.

En definitiva, las medicinas "parasitarias" son un peligro para la salud porque prometen sanaciones o curas que no están probadas por un método científico riguroso, aunque sus promotores digan que es así. El que haya experimentado una mejoría en una enfermedad importante como el cáncer por hacer reiki, o tomar remedios homeopáticos negará esto, pero la realidad es que los testimonios que se presentan a favor son los únicos que pueden hablar. Los otros, están en el cementerio.

 

Para salir de la tragedia te mostramos cómo actuaría el personal "médico" de un hospital que solo se dedicara a las medicinas "alternativas" para tratar de salvar a una víctima de un accidente automovilístico.