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Luis Caputo, sobre la dolarización: "Hoy la prioridad es poner la casa en orden"

El futuro ministro de Economía se reunió con representantes de bancos locales y extranjeros. Habló de un fuerte ajuste fiscal para estabilizar la economía. La solución de las Leliq, prometió, se logrará "sin romper todo". Habló de una hoja de ruta ortodoxa.


Aunque todavía no aceptó formalmente el ofrecimiento que le hizo Javier Milei para que se haga cargo del ministerio de Economía a partir del 10 de diciembre, Luis Caputo ya está trabajando formalmente como si lo fuera. De hecho hoy mantuvo una reunión con los presidentes de bancos de capitales nacionales (Adeba) y extranjeros (ABA).

El motivo del encuentro era, podría decirse, único: cómo encarar el desarme del stock de letras de liquidez y pases pasivos que se acumulan, como deuda, en el balance del Banco Central. Se trata de una pila que suma más de 23 billones de pesos y, en palabras de Javier Milei, es hoy el principal problema a resolver para poder poner en marcha el plan económico que el presidente electo tiene en su cabeza. Pero Caputo fue más allá.

En la reunión, que duró cerca de dos horas, Caputo les subrayó que más allá de la cuestión puntual de los pasivos remunerados el Banco Central la solución para empezar a resolver la crisis económica pasa por un contundente y creíble ajuste fiscal y un correspondiente plan de estabilización.

Caputo también señaló que el gobierno "va a necesitar a los bancos para la gobernabilidad" y que va a plantear una hoja de ruta a la que calificó de "muy ortodoxa" con shock fiscal y monetario. "El día uno arrancamos con las medidas"

El futuro ministro anticipó que las medidas se aplicarán desde el día uno y que la meta es empezar con un ajuste de al menos dos puntos. "Es posible hacer el ajuste aunque tengamos el Congreso en contra" relataron testigos del encuentro.

También aclaró que el plan inicial no tiene como objetivo pedir plata nueva al FMI ni a nadie para financiar el programa.

En ese contexto, el futuro ministro de Economía señaló que la idea es avanzar rápidamente en el plan para normalizar el balance del Banco Central pero “sin romper todo”, según palabras que citó un banquero presente en la reunión.

Una de las ideas que se está perfilando es armar una suerte de “corredor de tasas”, con una tasa de interés que crece abruptamente conforme los bancos acepten colocar sus pesos a más plazo.

Es una política monetaria que, imaginan los banqueros, premiaría a quienes coloquen sus pesos a más plazo y castigará -mediante la licuación de los pesos, porque la tasa resultará negativa frente a la inflación- a quienes prefieran retirar antes sus colocaciones. “Es algo que hizo Mario Blejer en 2002, premiar la codicia y castigar la prudencia” especuló otro testigo de la reunión. La idea detrás de esta estrategia es, obviamente, incrementar la demanda de pesos por parte del mercado, banqueros, inversores y ahorristas.

Los banqueros le preguntaron a Caputo por el plan de dolarización, una bandera de Milei que parece hoy estar a media asta, tras el desplazamiento de su ideólogo, Emilio Ocampo. “Mi prioridad es poner la casa en orden” fue la escueta respuesta de Caputo. Sin embargo, el futuro ministro admitió que él es partidario de dolarizar pero cuando la macroeconomía esté ordenada, no antes.

Javier Bolzico, presidente de ADEBA, dijo tras el encuentro: “Fue una reunión en la cual intercambiamos opiniones sobre los desafíos de la economía y su forma de abordarlos. La reunión fue muy positiva, Caputo puso énfasis en el equilibrio fiscal como base del modelo y un abordaje integral y de mercado de los pasivos remunerados del BCRA. La visión de Caputo nos transmitió tranquilidad y confianza."

Un banquero presente en la reunión relató ante la consulta de Clarín que Bolzico expuso la visión de los bancos en relación a las Leliqs y las opciones para gestionarlas. “Enfatizó que existen formas virtuosas de solucionarlas y que no se requieren medidas extraordinarias o traumáticas, tal como lo viene sosteniendo las últimas semanas”.

La dinámica de los pasivos del Banco Central dio un giro importante en las últimas horas. En medio de la incertidumbre, los bancos empezaron a desarmar su tenencia en leliqs -papeles que vencen cada 28 días- y este jueves empezaron a pasar masivamente a pases pasivos, pero que vencen cada 24 horas.

Esto supone un riesgo mucho mayor para la economía en caso de que el desarme de leliqs no encuentre un cauce más o menos armonioso.

Para que ello suceda, Caputo le llevó a Milei una solución financiera que evite un plan bonex o una hiperinflación: a trazo grueso, el plan pasaría por capitalizar al Banco Central con una importante cantidad de dólares frescos -se habla de al menos 15.000 millones- para mostrarlos y venderlos, a precio de mercado que obviamente no serán los $ 350 que vale hoy el oficial, a quien quiera desprenderse de sus pesos.

Si el plan funciona bien, la apuesta es a regenerar la confianza del mercado -y recuperar la demanda de dinero- para que ese trasvasamiento de pesos a dólares no sea violento ni masivo.

Claro que no se trata solo de mostrar una montaña de dólares. El “plan leliqs” va a funcionar siempre y cuando se logre recomponer la confianza en general, básicamente a partir de que el futuro Gobierno pueda mostrar un plan de ajustes fiscal y estabilización coherente y creíble.

Ni bomba ni bola de nieve
En los últimos días, el sector financiero intentó llevar tranquilidad al mercado al señalar que no hay que considerar al stock de pasivos remunerados del Banco Central -las Leliqs y los pases- un problema irresoluble.

De hecho, los bancos nucleados en ADEBA acercaron a los equipos de La Libertad avanza su propuesta para avanzar sobre este tema. Se trata de un documento de trabajo cuya elaboración estuvo a cargo de Javier Bolzico, y que la cámara empresaria dio a conocer a finales de septiembre, en la antesala a la primera vuelta presidencial.

En este trabajo, ADEBA asegura que el stock de Leliq no se trata de una “bomba”, ni una peligrosa “bola de nieve": "Su manejo es uno de los desafíos que enfrentará el próximo gobierno a la hora de diseñar su programa económico. Pero no es más que eso, un desafío", aseguran las entidades nucleadas en ADEBA.

La propuesta prevé la solución el tema de los pasivos remunerados del BCRA en el contexto de un plan económico consistente y creible en lo fiscal, y es viable aun sin recibir ayuda externa.

Si el nuevo Gobierno consiguiera “dólares frescos” esto aceleraría y potenciaría la solución propuesta. Entre otras cosas permitiría al Tesoro precancelar la deuda con el BCRA y asi reducir más rápidamente las Leliqs y también también implicaría un baja mas pronunciada de las tasas de interés.

Para los bancos de capital privado local, el "desarme" de las Leliq deberá "gestionarse en forma consistente con la baja de la inflación, cumpliendo las obligaciones del Estado y manteniendo la estabilidad financiera". Al mismo tiempo, enfatizaron: "Este desafío no se debe afrontar con “atajos” o soluciones creativas, ya que atrás de las Leliqs están los depositantes y la confianza en el sistema financiero".

Si bien en ADEBA reconocieron que el stock de pasivos remunerados del Central representaban a fines de septiembre cerca del 10% del PBI, afirmaron que su expectativa es que " con un nuevo gobierno y un programa económico creíble, desaparecerían los factores que hicieron crecer a las Leliqs y aparecerían otros factores que harán reducir su stock real y su rendimiento"

En resumen, en los bancos creen que si desde el 10 de diciembre se termina el financiamiento monetario al Tesoro y la compra de títulos públicos por parte del Banco Central, podria darse una contracción en las Leliqs.

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