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Luis Caputo afirmó que bancos internacionales ofrecieron prestarle a la Argentina hasta US$7000 millones

El ministro de Economía confirmó que varias entidades financieras acercaron propuestas de crédito por entre US$6000 y US$7000 millones. También negó que existan ofertas por US$20.000 millones y detalló sus proyecciones sobre reservas y política cambiaria.


El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que distintos bancos internacionales le ofrecieron a la Argentina un préstamo que oscila entre los US$6000 y US$7000 millones. “Estamos evaluando cuánto tomar”, explicó.

El funcionario volvió a rechazar la versión que indicaba que el país había recibido propuestas de financiamiento por US$20.000 millones. “Preferimos hacerlo con recursos propios, es una mejor señal de que Argentina puede sostenerse sola”, señaló, y remarcó que el escenario financiero cambió después de las elecciones.

Las declaraciones se dieron durante un encuentro con empresarios organizado por el diario El Cronista, donde Caputo afirmó que la Argentina se encuentra “más cerca que nunca” de recuperar el acceso a los mercados internacionales de crédito.

En relación a la política de reservas, Caputo cuestionó a sectores de la oposición que sostienen que es inviable acumularlas. “El Fondo, el mercado y nosotros queremos comprar reservas. Y somos el equipo económico que más reservas adquirió en la historia”, señaló.

Según lo proyectado en el Presupuesto, estimó que en 2026 podrían comprarse alrededor de US$7000 millones sin necesidad de esterilizar. Si la demanda de dinero se recupera, esa cifra podría ubicarse entre US$7000 y US$14.000 millones, y en un escenario de mayor crecimiento de la demanda, llegar incluso a US$21.000 millones.

Respecto del esquema cambiario, Caputo reiteró que las bandas se mantendrán sin modificaciones. Argumentó que la demanda de dinero y la situación política siguen siendo muy volátiles, y que el mercado de cambios local continúa siendo “poco profundo”, lo que impide dejar flotar la moneda sin riesgo de inestabilidad.

“Hay que avanzar a un ritmo que el mercado pueda absorber”, concluyó.

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