Los peluches desnudos son de mala educación para Facebook

Kylie Minogue publicó en su página en Facebook una foto donde parece sujetar una cosita entre las piernas de un oso de peluche. Inmediatamente, los responsables del sitio eliminaron su perfil de la faz del ciberespacio. ¿El motivo? “Las fotos de desnudos, uso de drogas o violencia están prohibidos”, explica el protocolo de la red social.

Si bien en la imagen la artista y el oso parecen alegres, hasta donde se sabe la risa no es evidencia de consumo de drogas. A la vez, la escena carece de toda insinuación de violencia.

Eso sí, el oso está desnudo. Y lo que aparece entre sus piernas –según la posible interpretación de las autoridades morales de Facebook– es algo parecido a un pene. ¿Acaso Kylie pretende mantener relaciones “zoofílicas” con un muñeco de peluche?

La foto fue tomada durante un recital que Minogue dio en un local gay en Londres, Inglaterra. Un fan le lanzó un oso de peluche y Kylie lo recogió. Lo curioso es que lo que parece el pene del oso es, en realidad, el micrófono de la cantante, que calzó por casualidad entre las piernas del peluche.

La censura impuesta a la divertida escena de la cantante con la mascota, que por cierto sólo lleva puesta una camiseta, hubiera causado menos fastidio si Facebook aplicara parecido rigor cuando los soldados israelíes cuelgan fotos donde se burlan de los prisioneros o pululan grupos de odio racial, casi siempre eliminados si el escándalo llega a los medios de difusión.

Para algunos, la reacción de los vigilantes de la moral y las buenas costumbres de Facebook se relaciona con unos populares peluches entre los gays, los llamados “bad taste bears”. A los censores se les pudo cruzar que a Kylie le arrojaron un muñeco de esta serie, que exhiben conductas sexuales bizarras y fabrica, desde 1994, el ilustrador de comics británico Peter Underhill.