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Los mensajes tras el crimen de Fernando Pérez Algaba que aparecen en la causa: “Lo hicieron crema”

Los investigadores apuntan a más de 200 amenazas contra el empresario descuartizado en Ingeniero Budge. El abogado de la familia apunta a un "mensaje mafioso".

"Amiiigo, cómo dice que le va? Sí, lo hicieron pelota, amigo. Es él. Lo hicieron crema", dice uno de los audios que trascendieron en las últimas horas. Hablan de Fernando Pérez Algaba (41), el trader asesinado y encontrado descuartizado en una valija en Lomas de Zamora. Deudas, amenazas y denuncias cruzadas son parte de un rompecabezas que, por estas horas, buscan armar los investigadores. 

Pérez Algaba se reconocía "fundido". Había entregado cheques sin fondo, adeudaba pagos a entidades bancarias y se había ido a Barcelona para escapar de los constantes reclamos por dinero adeudado.

Hacía años se dedicaba a la compraventa de vehículos de alta gama. Su amor por los autos venía desde la infancia, su papá era mecánico y él, desde muy joven, entendió que el comercio era lo suyo. Tras la muerte de su padre, según confiaron sus allegados, empezó a invertir en criptomonedas y en el mercado de capitales.

Perdió todo y empezó a recuperarse: volvió a comprar y vender autos. Montó una oficina con traders (compra y venta de activos y derivados financieros) que después cerró y también una empresa de alquiler de vehículos "exóticos" con base en Miami. Lo mismo pretendía hacer en España.

 

Las amenazas

El teléfono que usaba Pérez Algaba no apareció. Los investigadores incorporaron chats y audios que trascendieron a los medios antes de llegar a la fiscalía N° 5 de Lomas de Zamora, al frente de la causa por homicidio.

También hay notas y chats en los que él recopilaba información "por si me pasa algo", repetía. Grababa las llamadas con quienes le reclamaban dinero y esperaba que lo amenazaran para tener registros.

En esos intercambios le reclamaban dinero y le cuestionaban traiciones. "Cuatro causas vas a tener", le dicen en uno de los violentos intercambios.

"Lechuga" –como se hacía llamar Pérez Algaba– había cruzado insultos y amenazas con Gustavo Iglesias, un presunto integrante de la barrabrava de Boca Juniors. 

"Ya te voy a cruzar", le contesta el barra, quien además da a entender que él o una persona cercana ya lo había cruzado, pero "se salvó por cinco minutos", a lo que la víctima termina diciéndole en tono desafiante: "Matame cuando me vengas a buscar, eh. No me dejes vivo. Matame".

​​"¿Cómo no me conocés? Si te compré autos durante 15 años", le reclama en el violento intercambio.

Policías de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora recolectan testimonios de amigos, familiares y allegados. Además recopilaron más de 200 comunicaciones con amenazas entre su celular y sus redes sociales. Casi todas vinculadas a reclamos por pagos adeudados.

Pérez Algaba llegó a Buenos Aires el 13 de julio y se hospedó en un departamento de alquiler temporario en Ituzaingó. Estaba solo, con "Kupper", su perro, un Bulldog Francés beige claro, que no apareció.

 

Los testimonios

Por la relevancia del caso y por la mención a Nahuel y Gustavo Iglesias, ambos se presentaron espontáneamente a declarar en la fiscalía a cargo de Marcelo Domínguez. Según pudo saber Clarín, no dieron información relevante sobre el caso.

Sí confirmaron que Pérez Algaba les debía dinero, proporcionaron una coartada respecto del día de la desaparición del trader y se pusieron "a disposición" de la justicia.

De las escuchas telefónicas, en su mayoría grabadas por Pérez Algaba, surgen los nombres de Nahuel Vargas y Maximiliano Pilepich, dos "ex amigos" del trader que lo denunciaron por amenazas en febrero de 2023. 

Además declaró Lucas Matilla, un amigo de la víctima de hace más de 11 años: "Confirmó que su amigo se dedicaba a la compraventa de criptomonedas. Que con esa actividad no le había ido bien. Que en un momento pudo recuperarse. Y que la actividad de siempre de Pérez Algaba era la compraventa de motos y automóviles en la zona de Ituzaingó", declaró. 

Los padres de la víctima habían muerto, su único familiar directo es su hermano, Rodolfo Mario Pérez Algaba (59), que dio una breve entrevista a TN y dijo: "Según tengo entendido, pero por amistades, habían comprado unos terrenos en La Reja (partido de Moreno), iban a emprender unas construcciones ahí. Se asocia con una persona, lo deja ahí, supuestamente tenía que ir a buscar un dinero, no sé si para pagarle a los albañiles o qué. No quiero mentir, y bueno, ahí desaparece".

Respecto de las versiones que circulan alrededor del crimen de su hermano, el hombre aseguró: "No somos gente ni narco, ni ladrones, están metiendo muchas cosas que no vienen al tema. Me interesa llegar al grano. Saber qué es lo que pasó y quién fue".

 

El hallazgo

El cuerpo de Pérez Algaba fue encontrado en el Arroyo del Rey, en un sector ubicado en la calle Comodoro Rivadavia, entre Figueredo y Azamor, de Ingeniero Budge, Lomas de Zamora. El domingo, dos chicos que jugaban a la pelota, vieron una valija roja que contenía los brazos y las piernas del hombre, que había regresado desde Barcelona el 13 de julio.

Una de esas piernas tenía un disparo, según confirmó Sebastián Queijeiro, el abogado de la familia del trader asesinado. Con la intención de encontrar el resto del cadáver, la Policía drenó ese sector del arroyo y hallaron el torso, el lunes por la mañana. El pecho tenía otros dos disparos. La cabeza estaba en otra bolsa y la encontraron el martes a las 11 de la mañana.

"No es un crimen común y en eso coinciden todas las fuerzas de seguridad. Lo habitual en un homicidio de estas características es un elemento punzocortante, un disparo, pero no el desguace y que lo maten en un lugar y que lo tiren en otro, en una valija", dijo el abogado de la familia de la víctima, Sebastián Queijeiro a C5N.

Para el abogado, los asesinos quisieron dar "un mensaje mafioso" o se trató de un "apriete" por alguna de las deudas. "Quizá reaccionó mal y le dispararon en la pierna y después en el pecho", especuló. 

Por el hecho hay una mujer trans detenida, acusada por la participación secundaria del hecho. De nombre Nicol, sería la dueña de la valija dentro de la que descartaron los restos de Pérez Algaba. Aunque no hay elementos –de momento– para involucrarla en el crimen.

(Fuente: Clarín)

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