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Los gestos públicos de Mauricio Macri para calmar la tensión dentro de Cambiemos

El Presidente queró en medio de Garavano y Carrió, dos espadas que valora dentro del Gobierno. Trató de calmar las aguas.

"Le dije al Presidente que no dudara si yo tengo que dar un paso al costado", confesó el ministro de Justicia, Germán Garavano, en la noche del jueves. Hasta ese punto llegó la convulsión en el Gobierno, como consecuencia de la inesperada interna que protagonizan Garavano y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. La puja parece no tener un desenlace claro.

Mauricio Macri quedó en el medio de dos espadas a las que valora especialmente. Es que si bien el Presidente, que habló por teléfono con Lilita, admitió en la intimidad ante los suyos que el ministro cometió "un error" cuando opinó sobre el pedido de prisión preventiva para Cristina y, en consecuencia, le pidió una rectificación que llevara calma e hiciera retroceder a la diputada, también hizo saber que no está dispuesto a entregar la cabeza de su funcionario, ya que valora su gestión.

Así, decidió darle un fuerte respaldo: en la reunión de Gabinete, lo ubicó estratégicamente para la foto junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y luego, en privado, lo confirmó en su cargo: "Seguí trabajando, más fuerte que nunca. Y contá todo lo que venís haciendo por la Justicia", lo tranquilizó.

Tras ser respaldado por Macri, el ministro salió a aclarar sus dichos una vez más.

"Lamento la situación suscitada. Nosotros vamos a seguir trabajando fuertemente en los objetivos en común con la Coalición Cívica y con la diputada Carrió, que tienen que ver con la lucha contra la corrupción y contra la impunidad", expuso, junto al canciller Jorge Faurie, tras la reunión de Gabinete.

"No hablé sobre casos concretos, nunca lo hago. He sido juez y fiscal y tengo esa limitación. Hablo en abstracto sobre consideraciones genéricas, era una referencia institucional que marcaba que a todos los países les hace muy mal esta situación", se defendió.

¿Qué había dicho Garavano que enfureció a Carrió? "Nunca es bueno que se pida la detención o se detenga preventivamente a un ex presidente", sostuvo en diálogo con El Destape Radio. Y aseguró que "no hay elementos para pensar que (Cristina) pueda fugarse o entorpecer la causa".

Lilita había salido rápido al cruce afirmando que "sus dichos son una vergüenza para la República" y no esperó la aclaración de Garavano. Insistió con un duro comunicado dirigido al Presidente. Un dato: esa carta abierta se dio luego de la reunión que mantuvieron Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, con diputados de la Coalición Cívica y del llamado telefónico que Macri le hizo a Carrió.

En esa charla, la legisladora le adelantó que no iba a dar marcha atrás con su pedido de juicio político al ministro y le planteó su postura: "Le dijo que no tiene que ver con una 'calentura' del momento. Acá se cambia o no se cambia", contaron desde el entorno de la diputada.

En el escrito, publicado en sus redes sociales, la legisladora dijo que no la guían "el enojo ni la calentura" y ratificó la presentación en el Congreso contra el ministro, pero amplió el espectro de su ataque al señalar que "la República está sumamente herida por un sector del Gobierno que por conveniencia política no desea verdad, justicia y condena".

Carrió no acusó recibo del esfuerzo por conciliar que hizo Garavano y renovó sus críticas horas más tarde, cuando se conoció el fallo de la Cámara de Casación que absolvió al ex presidente Carlos Menem.

"Ahora entiendo mi proscripción en la Comisión Bicameral de seguimiento del Ministerio Público de la Nación y los dichos de Garavano", ironizó, vía Twitter, al sostener que la resolución "demuestra la visceral impunidad que hiere gravemente a la República". Luego hizo saber, como reveló Clarín, que pedirá también el juicio político del tribunal que benefició al riojano.

De todos modos, y acaso con excesivo optimismo, cerca de Macri confían en que la aclaración de Garavano "va a bajar la tensión". O al menos evitará que siga escalando el tema.

"Es una lástima que estemos en una discusión así, tenemos que tirar todos para el mismo lado y sacar a la Argentina adelante", lamentó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los funcionarios que por estas horas trabaja en acercar posiciones.

La relación entre Carrió y Garavano ahora luce rota, pero en el inicio de la gestión tuvieron muchas coincidencias. En efecto, comparten como amigo a Fabián Rodríguez Simón, el asesor judicial más importante que tiene hoy el Presidente, a quien le deben mucho ambos: por un lado, fue el principal impulsor para que Garavano desembarcara en el edificio de la calle Sarmiento; mientras que, en el caso de Lilita, "Pepín" fue su principal aliado para neutralizar la influencia de Daniel "Tano" Angelici, presidente de Boca y amigo de Macri, en tribunales.

Por estas horas, Pepín se esfuerza, junto al jefe de asesores de Macri, José Torello, para frenar la interna. Por el momento, no han tenido éxito.