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Los desafíos de Cristina, los desafíos de Santiago

La primera semana posterior al avasallador triunfo de Cristina Kirchner ya comenzó a mostrar indicios importantes de cómo serán los próximos cuatro años de la nueva gestión de la actual Presidente.

Esos indicios también permiten avizorar el futuro mediato de Santiago del Estero teniendo en cuenta que se encuentra integrado al escenario nacional acompañando este nuevo proceso. No hay que olvidar que Santiago es el distrito donde mayor diferencia obtuvo la Presidenta en las elecciones del pasado 23 de octubre.

La provincia tuvo durante estos últimos cuatro años de gestión de Cristina un despegue en obras de infraestructura, en inversiones y en crecimiento productivo importante que podrá seguir afianzándose y profundizándose durante este próximo mandato que comenzará formalmente en diciembre.

Esta alianza política, pero también de objetivos comunes respecto de la necesidad de construir una nueva Argentina y una nueva provincia, dieron sus frutos en Santiago del Estero más allá de las tormentas que hubo que atravesar durante el año 2008.

Al fin de cuentas, puso a prueba el hecho de que la mirada federal del Gobierno nacional y también la perspectiva de faros largos de la gestión provincial, van por la misma senda del trabajo y el esfuerzo conjunto para mejorar la vida de los habitantes del país y de esta jurisdicción más allá de las cuestiones políticas partidistas.

Se han dado pruebas irrefutables del avance operado en los indicadores de crecimiento provincial. Esta realidad se construyó con el trabajo en conjunto con la Nación y la contundente victoria de la jefa de Estado en los comicios permite avizorar que esa modalidad de labor continuará durante su nueva gestión.

El discurso del domingo de la reelecta Presidenta con su llamado a la unidad nacional, va insinuando por otro lado el inicio del trazado de un camino conciliador y de apertura con el resto de las fuerzas políticas que quedaron muy distantes de los números obtenidos por el oficialismo en la elección y que deberán acompañar el nuevo proceso institucional que arrancará en diciembre.

Podría sin embargo, haber sido diferente y haber marcado la supremacía que efectivamente le otorga la fuerza de los votos obtenidos, la que le permite asumir una mayor representatividad en el Congreso con la cual le será mucho más sencillo gobernar. Pero no, la Presidenta reelecta prefirió la convocatoria a la unidad nacional, al resto de los partidos políticos y de las instituciones que componen el país para que la acompañen en este segundo mandato que, por las amenazas que se vislumbran en el escenario económico internacional, estaría indicando que será diferente a este primer mandato que finalizará en diciembre.

Ello también demuestra cierta preocupación que se cristalizará a partir de mañana lunes con medidas de impacto imprevisible, contra aquellas personas que intenten comprar dólares, las que serán automáticamente monitoreadas por la Afip, según el anuncio del ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou.

Ahora resta esperar que esa convocatoria a la unidad no quede sólo en palabras y se concrete en la realidad. Que no haya sido únicamente una expresión acorde con el momento, sino una verdadera voluntad de unión que tanto le está haciendo falta al país.

Una semana kirchnerista

Desde el domingo, con el aplastante triunfo obtenido por la Presidenta en las urnas, la figura de Néstor Kirchner estuvo presente aún en su ausencia física. La semana, a un año de su fallecimiento, fue pródiga en reconocimientos hacia el ex presidente.

Sin duda, el triunfo del domingo lleva su impronta. Es que aún tras su muerte, la política nacional no es indiferente a su ausencia. Tal como lo señaló esta semana el gobernador santiagueño Gerardo

Zamora: "Néstor Kirchner marcaba la agenda política oficial y también de la oposición".

Sin embargo, la relación con Santiago del Estero marca una continuidad tanto en la agenda institucional como en la política. Con Néstor Kirchner comenzó a concretarse la reparación histórica que la Nación tenía con esta provincia. Pero así como Néstor Kirchner comenzó a reparar la deuda histórica, con Cristina Kirchner comenzaron a sentarse las bases para el despegue y el desarrollo de la provincia.

Tanto en obras de infraestructura, en asistencia social, en desarrollo de proyectos productivos e industriales y, fundamentalmente, en un área clave como lo es el turismo.

Esta semana, el gobernador santiagueño resaltó que sin la ayuda de la Nación muchas de las grandes obras de infraestructura que se hicieron en la provincia no hubieran sido posibles. Y que la trascendencia que logró Santiago del Estero como destino turístico, como destino de inversiones guarda una relación directa con el trabajo en conjunto que se hizo con el Gobierno nacional.

Los años venideros serán una consolidación de ese trabajo con una continuidad en la inversión pública, en obras destinadas a la red vial, hídrica y energética para generar las condiciones necesarias que permitan la llegada de más inversiones, pero también para mejorar la situación de empleo de los santiagueños, tal como lo remarcó el gobernador en varias oportunidades esta semana.

Pero también se trabajará con la Nación para tratar de consolidar el modelo de producción nacional que tiene como un puntal a la producción de alimentos a través de la agroindustria y el agregado de valor en origen.

Asimismo, otra línea fundamental que seguirá el gobierno provincial será la promoción del turismo como lo vino haciendo hasta ahora con distintas actividades pero sin duda, con epicentro en Las Termas de Río Hondo, en donde se proyecta un espectáculo mundial para el 2013.

El escenario que se presenta para la provincia en estas circunstancias, con esta alianza político - institucional, pero por sobre todo con objetivos y deseos comunes en la forma de encarar el futuro, es más que interesante y sin duda, los santiagueños deberán estar preparados para poder aprovechar las oportunidades que se presentarán hacia adelante.

Para ello será necesario recuperar la cultura del trabajo, de la producción, del esfuerzo y de una permanente capacitación en busca de mejores frutos.

El camino que se abre para el Gobierno nacional en estos próximos cuatro años que desde el domingo comenzaron a transitarse está cubierto de desafíos -el de controlar la inflación es uno de los más importantes y urgentes- y responsabilidades en las que Santiago, como un actor principal en esta mirada federal del Estado hacia el interior, no puede ser un jugador más sino buscar el protagonismo que hasta ahora le fue dejado de lado en la historia del país.

Ese es el desafío para Santiago y para los santiagueños.