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Los constantes problemas de salud de la familia Kirchner

Aunque ahora fue Florencia, tanto Néstor como Cristina pasaron infinidad de veces por hospitales, sanatorios y quirófanos.

La sorpresiva internación de Florencia Kirchner generó revuelo en la sociedad argentina. Como cada cosa que ocurre alrededor de la familia presidencial, un mínimo estudio o cualquier consulta provocan una gran repercusión.

Sin embargo, no es la primera vez que ocurre algo parecido. Tanto Néstor como Cristina Kirchner tuvieron a lo largo de estos años diferentes escapadas a hospitales, por situaciones más o menos graves.

Al ex Presidente se lo comenzó a ver deteriorado durante el 2010.En febrero de eso año fue operado de la carótida, mientras que en septiembre debió someterse a una angioplastia, que incluyó un stent.

Finalmente murió el 27 de octubre de ese año, por un paro cardiorespiratorio no traumático. Cinco días antes había aparecido en público por última vez, y ya se lo veía en mal estado.


  • Cristina Kirchner

El recorrido de problemas médicos desde su asunción comienza en enero de 2011, cuando sufrió un cuadro de lipotimia en la Casa Rosada, por el tremendo calor. Ese mismo problema le impidió ir a México, cuando descubrieron que la lipotimia se debía a "una transgresión alimentaria".

En octubre de ese mismo año, tuvo un episodio de hipotensión, debido al estrés y la tensión que le generó la campaña electoral de ese momento.

Ya en el 2012, fue operada de la glándula tiroides. Tras varios rumores que marcaban que tenía cáncer, le diagnosticaron nódulos benignos, y utilizaron la operación para exterminar el problema.

En mayo contrajo gripe y anginas en Angola, a pesar de haberse dado las vacunas correspondientes para el viaje presidencial. En agosto sufrió otra lipotimia y no pudo viajar a Jujuy.

Al año siguiente debió estar internada en la Fundación Favaloro por una arritmia y un cuadro de cefalea, el 5 de octubre. Finalmente, le diagnosticaron una colección subdural crónica (un hematoma en el cráneo), por lo que debió ser intervenida quirúrgicamente y hacer un mes de reposo.

Este 2014 no fue mucho mejor en cuanto a su salud: tuvo que descansar por la bursitis del trocánter izquierdo que padeció en enero (se le inflamó la cadera); se esguinzó el tobillo cuando fue a visitar a Francisco en marzo; en julio tuvo un día de reposo por una faringolaringitis aguda; y en octubre tuvo otra faringitis, la que la tuvo marginada dos días de su trabajo.