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Abogado

Los asesinos de Fernando sin salida

Les queda poco tiempo para intentar escapar a morir en prisión. En estos momentos se vuelve evidente la ausencia de la familia que no decide cuanto menos nombrarles otro abogado y así intentar despegarse de lo que será la segura condena de todos.

Transcurrió la primera semana del juicio oral por el crimen de Fernando Báez Sosa  y todo inexorablemente indica que serán condenados. El silencio de los homicidas no se entiende, y los familiares de estos presentes en la sala y  ausentes voluntarios en la vida.

El abogado Hugo Tomei, fiel a su estilo, hombre de andar apurado, visiblemente molesto por el asedio periodístico (no comprendo sus fobias) volvió a intentar nulidades que no prosperaron ni prosperarán en el futuro, intentó llamar la atención de los integrantes del tribunal, hablando de pie, con gestos ampulosos y hasta dio un golpe a su escritorio; su compañera de juicio, hermana de uno de los asesinos, lo mira, como resignada, sin comprender y que le acerca un poco de agua, pero nada le hace recuperar la compostura al letrado. Ninguno de los acusados decidió romper el silencio y así intentar eludir la prisión perpetua, a cambio de una condena de 10 a 15 años de prisión que sería un castigo algo lógico para quienes no fueron reconocidos por los testigos golpeando a la víctima.  Algo es seguro, les queda poco tiempo para intentar escapar a morir en prisión,  en estos momentos se vuelve evidente la ausencia de la familia que no decide cuanto menos nombrarles otro abogado y así intentar despegarse de lo que será la segura condena de todos a pasar lo que les resta de vida presos.

Mientras tanto el juicio pone en palabras de los testigos lo que vimos en las filmaciones, un grupo de violentos golpeando hasta la muerte a un joven indefenso en el piso. Todos concluyen, palabras más, palabras menos, que vieron y escucharon al grupo atacar al indefenso Fernando, y Thomsen decir “a este negro de mierda me lo llevo de trofeo”. Este tipo de comportamientos no vienen de la nada, sin dudas en sus casas se hablaba y piensan así,   tal vez un cachetazo a tiempo hubiera corregido estos arranques, que inevitablemente  terminan en tragedias más temprano que tarde.

Mientras tanto, le aporto tres o cuatro datos para que tenga en cuenta: el abogado defensor intentó, sin éxito, plantear que la muerte se había producido por las tareas de RCP que le practicó una testigo a la víctima cuando yacía muerto en el piso. Un patovica, viejo conocedor del oficio de sacar violentos borrachos del local, recuerda a Thomsen, que tuvo que recurrir a otro compañero para juntos sacarlo del local, estaba loco, excitado y  descontrolado, y que lo vio golpear a la víctima en el piso, con claras intenciones de matar. Uno de los policías que lo detuvo, contó que fue él quien apuntó a Ventura, el joven al que trataron de cargarle el homicidio, y TODOS se reían cuando lo acusó a un inocente. Como se puede ver, TODOS son buenos chicos y las familias otro tanto, a nadie vinculado a los violentos se les cae un gesto de humanidad o piedad con los padres de la víctima, por lo cual ustedes saquen sus propias conclusiones, DE TALES PADRES, TALES HIJOS….

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