Lo que Federico Ribero nos enseñó
Con gran generosidad, el marido de la modelo Andrea Bursten, supo compartir sus propios aprendizajes a partir de su enfermedad y su búsqueda espiritual.
Cuando se enteró de su enfermedad, Federico Ribero pudo pararse, sostener a su familia y acompañar a los que, sin conocerlo, le pedían consejo para afrontar situaciones similares a la que él hacía frente. Siempre aclaró que no tenía todas las respuestas, pero compartió con humildad las enseñanzas que iba recogiendo en el camino. Hoy, lo que podemos recuperar de las entrevistas que dio y del libro que escribió son su mejor legado. Un buen recordatorio sobre las cosas de la vida que son realmente importantes.
Gracias, Federico.
La vida
"Yo pensaba que la vida era de una manera y cambió. Le daba importancia a cosas que hoy me doy cuenta que no son importantes. Por ejemplo, a lo que dicen de vos".
La muerte
"Todos podemos morir mañana. Lo importante es cómo vivimos el ahora".
Su vínculo con la fundación El arte de vivir
"El arte de vivir me ayuda a ver la vida de otra manera, me ayuda a vivir la vida más lenta. Sin estrés, así se vive mejor. De otra manera. Yo no era conciente de que estaba estresado. Después me dí cuenta a través de estas técnicas de respiración que vivía con estrés". De la entrevista que le hizo "Chiche" Gelblung el año pasado.
La vida que elegimos
"En la vida, uno puede elegir dónde pararse así y todo con una enfermedad que puede ser terminal o no, con un mal negocio, una pareja, la familia (...) A veces disfrutamos de sentirnos en ese rol de víctima pero, otras veces, a los mismos hechos podés vivirlos desde otro lugar".
La solidaridad
"Si todos hacemos un poquito, se puede transformar el mundo. Si hay hambre, hay problemas, gente sin abrazos, es por no estar organizados, porque creo que hay un montón de gente que quiere ayudar y no sabe cómo. El que nunca hizo nada, que tenga la intriga de hacer algo; el que hizo, que pueda hacer el doble; y el que hace mucho, que haga más. Y no siempre es dinero, puede ser tiempo, lo que tengas".
Los miedos
"A mí me ayudó mucho la respiración y la meditación para aprender a vivir las cosas de una manera linda, a tener poco miedo y a poder entregar la situación. Saber que lo que va a pasar, va a pasar. Lo único que tiene que hacer uno es poner el cuerpo y ayudar en todo lo que pueda. No importa cuánto vas a vivir, sino cómo".
" La pasé mal, tuve miedos, angustias. Pero no fue lo que predominó porque aprendí mucho. Me acuerdo que al principio sentí temor, pero después pensé: bueno, esto pasó, y con lo que pasó, ¿qué hago? ".
Los hijos
"Uno piensa que tiene que educar a sus hijos y actúa como si tuviera todo el tiempo del mundo. Yo sentí que no podía tener todo el tiempo del mundo y, entonces, empecé a jugar todos los días con Stéfano a la pelota. Con Franchu me dedico a escuchar de otra manera su frase: 'Papá, me gusta hablar con vos'. Ya no me importa marcarles a cada rato sus defectos y errores. Todos los 'no' y 'te lo dije' desaparecieron y vinieron los 'dale, dale', los 'vamos, vamos'".
Los pensamientos
"La mente es lo más importante, nos lavamos los dientes todos los días pero no nos preocupamos por si nuestra mente está bien".
Su actitud ante la enfermedad
"¡Los que quieren datos de fórmulas, no se los puedo resolver, ya que yo mismo soy quien aprende cada día!". Desde su cuenta en Twitter, 2012.
Fuentes: Clarín Mujer, Apertura, Para Ti.