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Lionel Messi es el mejor futbolista del mundo

Como nadie en la historia, a los 35 años Leo se quedó con el premio al mejor del 2022. 


Este lunes al ganar el premio The Best, Lionel Messi confirmó lo que todos ya sabíamos: que es el mejor futbolista del mundo. 

Cuando ganó en 2009 su primer Balón de Oro, una distinción individual de la talla de estos The Best, Kylian Mbappé tenía apenas once años. Jugaba al fútbol en el Sportive Bondy, un club de la ciudad en la que nació, y todavía le faltaban seis años para debutar en Primera.

Karim Benzema, el otro ternado para estos The Best, ya era en aquel 2009 una gran promesa del fútbol y había pasado del Lyon al Real Madrid, pero le costaba: en su primera temporada en España, metía nueve goles en 33 partidos.

Al tiempo que Mbappé iba a la primaria y que Benzema se acomodaba a la Casa Blanca, Leo en el 2009 ganaba el sextete con el Barcelona (Copa del Rey, Liga de España, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes) y clavaba 38 goles en 51 partidos.

En aquella entrega del Balón de Oro 2009, Messi dejó segundo a Cristiano, tercero a Xavi y cuarto a Iniesta. Cristiano hoy está casi retirado, jugando al fútbol en los desiertos de Arabia, y viendo los The Best por TV; Xavi ya se retiró hace cuatro años y hoy dirige al Barcelona; e Iniesta, tras irse del Barsa en 2018, se fue a comer sushi, tomar sake y jugar al fútbol a Japón.

Ya pasaron más de 13 años de aquel diciembre de 2009, de aquella primera gran distinción para Messi: 13 años en la vida de un deportista (en la vida de cualquiera, mejor dicho) es mucho, demasiado quizás. Y ahí está Leo, 13 años después, en la primera fila de un gran gala en París, el moño, el traje negro, Anto al lado, los flashes del mundo apuntándole. Ahí está Leo, sí, compitiendo con un fuera de serie como Mbappé, crack de 24 años. Y ganándole.

Lo más increíble de Messi, además de todo lo que ya sabemos, su modestia, su sencillez, sus goles, sus gambetas, sus títulos, sus records, es que él sí pudo lo que casi nadie: sobreponerse al paso del tiempo (el verdadero puto amo).

A la edad de Leo, 35 años, Pelé también era elegido el mejor, pero el mejor de la Liga de los Estados Unidos. El brasileño ya llevaba más de cuatro años retirado de la selección y jugaba -disfrutaba, vacacionaba- en el Cosmos de New York.

A la edad de Messi, Johan Cruyff también ya estaba retirado desde hacía tiempo de la selección de Holanda y, luego de un paso por los EE.UU., había regresado al Ajax a quemar sus últimos cartuchos en la Eredivisie de su país.

A la edad de Messi, Diego ya no estaba en la Selección tras el doping del Mundial 94 y había vuelto a Boca para cumplir su sueño de volver a ser campeón con el Xeneize: no lo lograba (metía cinco goles en 24 partidos).

Messi no sólo venció a Mbappé y a Benzemá y asombró al mundo otra vez con su segundo The Best (además de su séptimo Balón de Oro): hizo algo mucho más grande. Venció al tiempo. La principal característica de un Dios es su inmortalidad. Ahí está el Dios Messi.

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