Legislativas bonaerenses: cuáles son los temores del Gobierno de cara a las elecciones del domingo
El oficialismo teme que la baja participación registrada en las elecciones provinciales de este año se repita en Buenos Aires, lo que podría favorecer al peronismo a través del peso de sus estructuras territoriales.
En todas las elecciones celebradas en 2025 se verificó un denominador común: la concurrencia a las urnas se ubicó en torno al 58% en promedio, casi veinte puntos por debajo de la media histórica. En el Gobierno temen que ese escenario se replique en territorio bonaerense, donde estarán en juego 46 bancas de diputados y 23 de senadores provinciales.
El presidente Javier Milei, que encabezó el acto de cierre de campaña en Moreno, pidió reiteradamente a los bonaerenses que concurran a votar. “Si vos no vas a votar, ellos ganan. Por cada bonaerense honesto que no vaya a votar, votan los ñoquis, hasta los presos”, advirtió el mandatario, al tiempo que denunció maniobras de “desmoralización” por parte del kirchnerismo.
Consultores y analistas coinciden en que existe una mezcla de apatía, desconexión y fatiga electoral. Manuel Zunino, de la consultora Proyección, advirtió que “la mitad desconoce a la mayoría de los postulantes de su propia sección, y muchos creen que son las PASO cuando en realidad se renueva la legislatura provincial”. También subrayó que un 45% de los encuestados cree que su voto “no cambiará nada” y que el 50% no sabe con precisión qué se vota este domingo.
Los primeros votantes (16 a 18 años), que históricamente mostraban alta participación por la novedad de la experiencia, hoy evidencian un 40% de desinterés, según un relevamiento del Observatorio Electoral de la Universidad de Mar del Plata.
Entre 2013 y 2023, la participación promedio en la provincia de Buenos Aires fue del 76%, en simultáneo con las elecciones nacionales. Ahora, con 14,3 millones de bonaerenses habilitados para votar y un clima de polarización, la incertidumbre se profundiza.
El fenómeno del ausentismo se repite en otras provincias: en Chaco apenas votó el 52,26% del padrón; en Santa Fe, la participación fue del 46% en la capital y 48% en Rosario; en Misiones, apenas el 55,41%. El contraste se dio en Corrientes, donde el 31 de agosto el 70,77% del electorado asistió a elegir gobernador, lo que marcó la diferencia que puede generar una elección ejecutiva frente a una legislativa.
La Casa Rosada interpreta que la baja concurrencia beneficia al peronismo, que se apoya en sus estructuras territoriales. La oposición, por su parte, apuesta a capitalizar esa maquinaria electoral en un escenario en el que cada voto puede definir la elección.
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