Las estancias, el único reducto del imperio Báez que la Justicia no puede atravesar
Los campos que Lázaro Báez tiene a su nombre constituyen el baluarte de sus propiedades y no serán afectados por la confiscación por 100 millones de pesos.
Lázaro Báez todavía puede dormir tranquilo. Es que si bien el juez Sebastián Casanello ordenó el embargo por 100 millones de pesos de su patrimonio, sus tan mentadas estancias todavía están lejos de la mira de la Justicia, que ya trabaja en la recuperación del dinero presuntamente proveniente de la administración pública que habría sido apropiado y lavado en el exterior.
No obstante, el Poder Judicial no se conforma con esta primera incautación de bienes en la causa, sino que los fiscales avanzan con la revisión y tasación de 52 inmuebles pertenecientes al empresario, localizados en Río Gallegos, El Calafate, Río Turbio, 28 de Noviembre, El Chaltén, Lago del Desierto, Chubut y Buenos Aires.
La buena noticia de este pésimo momento para el dueño de Austral Construcción es la exención de sus más de 20 estancias de las requisas que dispuso el juez. Tampoco serán tenidos en cuenta otros terrenos muy bien valuados en Calafate, como el predio donde se encuentra el hotel que jamás fue inaugurado, cuenta La Nación.
Por otra parte, Casanello ordenó el análisis legal de los 900 rodados que están a nombre de Báez, quien en prisión prepara los detalles para ampliar su declaración en una indagatoria el 6 de mayo ante la Justicia.
Según la AFIP, fuente principal que se utilizó para los procedimientos judiciales contra Báez, el empresario tiene a su nombre 76 propiedades, mientras que el número sube a 212 si se toman en cuenta los inmuebles que son de sus hijos Martín, Alejandro y Luciana.
Además, el licenciatario de la obra pública santacruceña es dueño de siete empresas: Austral Construcciones, Badial SA, Kank y Kostilla, Valle Hermoso, Epelco, Loscalzo y Del Curto.