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La otra alternativa para festejar el 14 de febrero: el San Valentín "poliamor"

Con los nuevos paradigmas, las relaciones han cambiado. Los más liberales se animan al poliamor dejando atrás la monogamia. ¿Cómo se festeja San Valentín en los tiempos de liberación?

"Love is in the Air". El amor está en el aire y más esparcido que nunca. San Valentín 2018 ya no se celebra sólo de a dos.

Desde hace poco tiempo, la tendencia del amor libre, tan aceptado socialmente en algunos países de Europa, se instaló en la Argentina y crece día a día con las nuevas generaciones. Inmenso e infinito, parejas que no se aburren ni se arrutinan.

"En total desacuerdo con la mentira, los engaños, la infidelidad; las relaciones poliamorosas y las parejas abiertas se proclaman mucho más saludables y duraderas", dice la sex coach Mariela Tesler.

La palabra Poli, significa "muchos" y se instaló a principios de los ´90, cuando comenzó a desarrollarse este movimiento de forma global.

"Los Poliamorosos siguen las leyes al pie de la letra: Ambos pueden enamorarse y tener relaciones sexuales con más de una persona. Todo está permitido y consensuado. No hay mentiras ni nada que ocultar. Pueden vivir todos juntos o en casas separadas. Tener días establecidos (los martes son para María, los jueves para Pedro y los fines de semana son de Juan). Tantas opciones como el acuerdo de las parejas lo permitan. Comunicación, límites claros, confianza y celos fuera del hogar", agrega Tesler.

"Si podemos amar a nuestros hijos por igual, nuestros padres o amigos, sin sentir que por amar a uno no nos queda amor para el otro, lo mismo pregonan estas parejas, que, mucho más libres, entienden que no está bien atarnos a una sola persona hasta que la muerte nos separe", continúa.

"Hay que aprender a controlar los celos y el ego. Uno de los puntos clave más difíciles de sobrellevar. Los que intentan esta práctica cuentan, en su mayoría, que sufrieron mucho en diversos momentos; pero que, lograr superar ese sentimiento primario de posesión hizo crecer a la larga su relación matrimonial y su propio ser", continúa.

"Las relaciones abiertas también se unen a las historias y vivencias sin fin... Casarse o noviar sin cazarse. Dejar de sentirse presa de un dueño que nos posee. Vivir sintiéndonos libres de expresar lo que la energía del momento genere. Y está todo bien", sostiene Tesler.

"No estamos hablando de salir a acostarse con cualquiera. Estamos hablando de posibilidades de enamorarnos, de ser compañeros. Dejar aflorar sentimientos, sensibilidad, compromiso. Pero no con una sola pareja, sino con varias a la vez", aclara.

Un San Valentin diferente, que permite celebrar con numerosas personas en diversos momentos pero, esta vez, con el consentimiento de todos y sin la necesidad de borrar mensajitos o ponerle clave al celular....