La milagrosa resurrección de Verónica Perdomo

La vida la puso a prueba y ella, a pesar de las secuelas sentimentales y físicas, se muestra radiante como pocas mujeres. A pesar del ACV sufrido hace tres años atrás, la belleza de Verónica Perdomo sigue latente ante los ojos de quien la observe y se conmueve con su historia de vida y resurrección.

El primer dato asombró lo dio el periodista Chiche Gelblung, quien relató que durante un año y medio Perdomo tuvo que vivir con un casco, que sirve de protección para andar en bicicleta, ya que los médicos le habían sacado un pedazo de cráneo por la presión que ejercía la inflamación del cerebro. "Cada vez que lo veo siento mucho amor, porque fue lo que más me cuidó. Todas las mañana me levantaba y me ponía mi casco para caminar por la calle, para trabajar...", contó.

Inmediatamente, ella describió los detalles del momento exacto en que sufrió el accidente cerebrovascular. "Estaba en Chile, trabajaba mucho allá y acá. Yo creía que el momento era ese, además estaba estudiando radio y hacia un montón de cosas, pero estaba muy mal de los sentimientos, mucho estrés, por eso digo que hay que cuidar el corazón y las pastillas anticonceptivas que tomaba, porque uno de los efectos secundarios era el ACV. Entonces, un día me sentí mal y me quise volver, pero lo último que supe fue que me subí al avión", dijo.

Y luego agregó que, "Después me desperté con pañales, no podía hablar y tenía la mano dormida. En ese hospital estaban todos mi familiares, pero yo no conocía a mis papás, a la única que conocí fue a mi hermanita Cecilia".

Sin embargo, el calvario para la bella morocha no terminó ahí, ya que durante la recuperación su padre murió de un infarto y le avisaron una semana después de que sucediera. Sin dudas, algo que la afectó mucho más. Y como si fuera poco, una vez que recibió el alta la llamaron del domicilio de su hermano para que se presentara y allí se topó con un cuadro tristísimo: su hermano había muerto por causas naturales.

Por último, Perdomo tomó todo lo sucedido como una enseñanza que hoy predica a todas las personas con las que se relaciona. "Me cambió la vida, lo que me más me cambió fue estar en el límite de la muerte, yo estoy segura que en algún momento me voy a morir. Se que en el cerebro tengo un pedazo muerto, pero si sabés que tuviste un accidente tenés más chances de tener otro accidente. Pero yo tengo una paz, porque ya hice lo que tenía que hacer, estoy acá y estoy muy feliz, por eso digo que hay que cuidar a los sentimientos, a los amigos de verdad, el corazón", remarcó, la actual participante del Bailando 2012.