La mamá de una de las víctimas del triple crimen dudó del rol de “Pequeño J”

El triple femicidio de Florencio Varela sigue generando conmoción y polémica. Sabrina, mamá de Morena Verdi, una de las jóvenes asesinadas junto a Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, volvió a hablar públicamente y dejó en claro sus dudas sobre la investigación.

En una entrevista con Radio Rivadavia, la madre de la chica de 15 años fue categórica al referirse a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, señalado como presunto autor material del crimen: “No, no parece. Nos vendieron un verdulero, pero no… En serio, gente. ¿Le ves la cara a ese muchacho? No es capaz ni de negociarme un cajón de naranja. Tenés que ser un enfermo para hacer lo que hiciste con mi hija”.

Sabrina advirtió que siente que hay intentos de desviar el foco del caso: “Fíjense en las redes, empezaron a desaparecer chicas. ¿Para qué? Para que la de ellas tres dejen de hacer ruido. Así seamos diez gatos locos, voy a seguir haciéndoles ruido”.

Además, contó que durante una movilización en la Ciudad de Buenos Aires vivió un momento de tensión con la Policía: “Le tuve que gritar en la cara: ‘Soy la mamá de Morena’. Me estaban empujando, me tiraron, tengo el codo todo morado. En vez de protegernos a nosotros, vas y nos atacás. Es tu deber”.

La madre de la víctima también apuntó directamente contra el fiscal de la causa por la falta de resultados concretos: “Traeme resultados. ¿El rastrillaje dio positivo o negativo con la ropa que anoche pasó tu personal por casa?”.

Consultada sobre la posible presencia de narcotráfico en su zona, Sabrina negó de plano: “No, acá, que yo sepa, cerca de mí no venden droga. Y si vende, ya lo tendrían que investigar la Policía, no es mi tema”.

Antes de cerrar la entrevista, la mujer agradeció el respaldo social recibido desde el inicio de la causa: “Está el país con nosotros”, aseguró, en referencia a las masivas muestras de acompañamiento en las marchas y en redes sociales.

La investigación continúa con varios detenidos y operativos de búsqueda para dar con “Pequeño J”, mientras los familiares de las víctimas exigen avances concretos y respuestas claras.