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La legalización del aborto todavía no reúne mayoría y peligra la sesión especial del 8 de marzo

El oficialismo propone un debate largo en comisión; todos los bloques legislativos exhiben divisiones internas.

Pese a que el debate por la legalización del aborto se aceleró tras la decisión del Gobierno de habilitar la discusión en el Congreso, la propuesta no reúne  mayoría.

Con el mapa actual, que muestra divisiones e indefiniciones en casi todos los bloques, lo más probable es que fracase la sesión especial que un grupo de diputados solicitará para el 8 de marzo, en coincidencia con la movilización a favor de los derechos de las mujeres. Sin embargo, el oficialismo prevé un largo debate en comisión, que podría tomar varios meses. En el Senado, la predisposición a tratar el tema es menor que en Diputados.

La sesión será solicitada por una decena de diputadas -entre ellas, Victoria Donda (Libres del Sur), Mayra Mendoza (Frente para la Victoria) y Lucila De Ponti (Movimiento Evita)-, que son autoras de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El proyecto contempla habilitar la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.

La iniciativa, que se presenta desde 2006, será acompañada también por un grupo de diputados del oficialismo. Pero en el interbloque de Cambiemos prima la idea de que el debate debe iniciarse en comisión y solo después llegar al recinto, en un proceso que podría demorar meses. "Hace 12 años que venimos discutiendo el tema. Lo que la gente espera es que el debate llegue cuanto antes al recinto", argumentó Donda.

Para conocer el piso de apoyo al proyecto habrá que ver cuántos diputados respaldan su presentación. El récord fue de 70 firmas, en 2014. Este año los promotores aspiran a superar las 80 y acercarse a las 100, un piso robusto pero todavía lejos de los 129 votos necesarios. La dinámica del debate podría modificar la posición de algunos diputados u obligar a otros a tomar postura.

La decisión del Gobierno de dar luz verde al debate, confirmada anteayer en una reunión entre Marcos Peña y los jefes parlamentarios de Cambiemos, conmocionó el clima político del Congreso. Aunque la mayoría del kirchnerismo respalda la iniciativa, la postura de la Casa Rosada generó suspicacias: cerca del jefe del bloque del Frente para la Victoria (FPV), Agustín Rossi, sospechan que puede esconder una jugada del Presidente para modificar el eje de discusión política, luego de dos meses muy complicados para el Gobierno por la marcha de la economía. En el oficialismo lo ven como una oportunidad para recuperar la iniciativa e instalar una agenda que divida a la oposición.

La idea de Cambiemos es programar un debate "profundo" y "maduro", sin acelerar los tiempos, según detalló a La Nación la diputada Carmen Polledo, futura presidenta de la Comisión de Salud. La discusión en comisión incluirá la exposición de expertos de distintas disciplinas y de representantes de las organizaciones. "Vamos a escuchar a todas las voces", dijo Polledo, definida en contra de la legalización.

Además de Salud, el proyecto será girado a las comisiones de Legislación Penal, de Legislación General y de Familia, todas presididas por el oficialismo. Todavía no está definido si la comisión cabecera será Salud o Legislación General. La diferencia no es menor: el presidente de esta última será Daniel Lipovetsky, uno de los diputados de Pro que apoya la legalización.

Dentro del interbloque oficialista, de 108 integrantes, se calcula que hay entre 35 y 40 a favor del proyecto. La mitad de ese grupo pertenece a la UCR, mientras que el resto surge de Pro y la Coalición Cívica.

Entre los que están a favor figuran los diputados de Pro Lipovetsky, Marcelo Wechsler y Samanta Acerenza, y los radicales Brenda Austin, Josefina Mendoza, Silvia Martínez, Lorena Matzen, Miguel Bazze y Karina Banfi. Mario Negri, jefe de la bancada radical y del interbloque oficialista, está dispuesto a votar a favor si el tema llega al recinto. El grupo de oficialistas que se opone a la legalización lo integran Elisa Carrió, Nicolás Massot, Pablo Tonelli y Eduardo Amadeo, entre otros.

La bancada del FPV, de 63 integrantes, podría aportar entre 35 y 40 votos a favor, entre ellos Rossi, Mendoza, Máximo Kirchner, Cristina Álvarez Rodríguez y Luis Basterra. En contra se manifestaron José Luis Gioja y Ana Llanos.

En el interbloque Argentina Federal, cercano a los gobernadores del PJ, se calcula que la mayoría está en contra de la propuesta, aunque son pocos los que fijaron posición en público. El jefe del bloque justicialista, Pablo Kosiner, y el cordobés Juan Brügge son dos de los que se manifestaron en contra. En el Frente Renovador solo Cecilia Moreau se comprometió a respaldar la iniciativa, en tanto que Graciela Camaño, Facundo Moyano y Felipe Solá votarían en contra.

Las únicas dos bancadas que votan de manera unánime a favor son el Frente de Izquierda y el Movimiento Evita.