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La inflación bajó a 3% en julio y acumuló 29% en lo que va del año: cuáles son los productos que más subieron

Si bien el número descendió, se llegó en siete meses a lo esperado para diciembre. 


Según se conoció, la inflación de julio fue del 3% y acumula 29,1% en 2021, superando así la meta fijada por el Gobierno en el Presupuesto para este año, que era del 29%.

El dato mensual anotó la cuarta baja consecutiva y fue el más bajo del año. Sin embargo, no logra perforar el 3% desde septiembre de 2020, cuando marcó 2,8%.

En los últimos 12 meses, en tanto, el índice de precios al consumidor que elabora el Indec aumentó 51,8% y aceleró el ritmo interanual por octavo mes consecutivo.

Cuáles fueron los productos y servicios que más subieron

  • Los incrementos fueron encabezados por los restaurantes y hoteles, que subieron 4,8%, con una fuerte suba en los servicios de alojamiento, en plenas vacaciones de invierno.
  • Servicios de salud (3,8%), por aumentos en los medicamentos.
  • Los alimentos y bebidas no alcohólicas (3,4%), por subas en verduras e infusiones
  • Otros bienes y servicios (3,2%).
“Varios rubros redujeron su tasa de inflación y permitieron una desaceleración general del IPC. Entre ellos se destacan Comunicaciones (0,4% versus 7% en junio); Indumentaria (1,2% vs. 3,5% el mes pasado), que registró la menor inflación desde febrero 2020; Transporte (2,3% vs. 3,3% en junio); Bebidas alcohólicas y tabaco (3,1% vs. 5,5% en junio), tras la suba autorizada de cigarrillos el mes anterior, aunque aún con fuerte aumento en bebidas alcohólicas; y Equipamiento y mantenimiento del hogar (2,7% vs. 3,2% en junio)”, destacaron desde el Ministerio de Economía.

Si bien el dato de julio es el menor del año, la actualización de precios se mantiene a un ritmo alto. Los economistas creen que puede moderar transitoriamente su escalada antes de las elecciones legislativas. La baja está sostenida sobre tres anclas: el dólar planchado, la baja actualización de tarifas y los acuerdos de precios. El problema que alertan los expertos es que, luego de los comicios, esos valores empezarán a liberarse.

Para Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, ese triple congelamiento -que el Gobierno activó hace meses- empezó a dar resultado. “Esperamos que la inflación siga debajo de 3% entre agosto y noviembre y que vuelva a acelerar en diciembre. Las anclas empezaron a surtir un poco más de efecto, sobre todo la cambiaria porque tarda en aparecer y porque la tarifaria ya venía ‘encendida’ desde el año pasado. Por otro lado, algunas importaciones ya se están haciendo al dólar paralelo. Con lo cual, el tipo de cambio oficial se queda quieto, incluso el Banco Central puede comprar reservas y el impacto inflacionario es menor”, sostuvo.

A su turno, Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra, destacó que la inflación anualizada del segundo semestre rozará el 39% e implicará una desaceleración importante respecto al 57% anualizado de la primera mitad del año. “No obstante, preocupa la suba en alimentos, que se ha movido por encima del promedio general en lo que va del año y afecta principalmente a los sectores de menores ingresos. Es indispensable para las aspiraciones electorales del Gobierno no sólo bajar la inflación general, sino los componentes de mayor sensibilidad social, como alimentos, para lograr incrementar el poder de compra de las familias”, explicó la economista.

En julio, los precios de los alimentos y bebidas se remarcaron 3,4% mensual (por encima del 3,2% en junio). Los valores de esos productos básicos avanzaron 30,7% en 2021 y 56,4% en los últimos 12 meses. Según el Palacio de Hacienda, el comportamiento al interior de ese segmento fue mixto. “Se destaca el menor incremento en los precios de ‘carnes y derivados’ y ‘pan y cereales’, mientras que se registró un mayor aumento en verduras e infusiones, al mismo tiempo que los precios de las frutas dejaron de caer para pasar a terreno positivo en varias regiones”, explicaron.

Precisamente, con el objetivo de moderar el impacto de la inflación en los bolsillos, el Gobierno apuesta a los acuerdos como Precios Cuidados y Súper Cerca, que lleva los valores regulados -y congelados hasta diciembre- a los comercios de cercanía. A eso se sumaron las medidas que buscan recomponer el consumo, como los programas de hasta 30 cuotas fijas y los créditos para monotributistas. Pese a esos esfuerzos oficiales, los salarios continúan retrasados en relación con la suba de precios y varios sectores lograron reabrir las paritarias, con acuerdos que superan el 40%.

Según Guido Lorenzo, director ejecutivo de LCG, “sería bastante ingenuo pensar que pueden subir los salarios nominales sin consecuencias sobre el resto de los precios de la economía”. En esa línea, el economista consideró que, si bien la triple ancla sirve para retrasar los aumentos de precios, está mostrando sus límites. “Hay una inercia bastante alta y, justamente, las anclas están marcando el piso máximo al que pueden llegar. Eso es lo que vemos en la inercia de actualizar precios a un ritmo que menor a los tres meses”, indicó.

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