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La historia jamás contada del 38 a 38 en las elecciones de AFA

¿Ganó Tinelli? ¿Perdió Tinelli? El día que el fútbol argentino entró en la peor crisis institucional que se conozca. Hubo “traidores”, responsables y un denominador común: el egoísmo.

Haber sido testigo directo de lo ocurrido el 3 de diciembre de 2015, junto a un grupo reducido de periodistas, hace que no haga falta recurrir a testigos o a tratar de reconstruir lo que pasó. Vimos con nuestros propios ojos y presenciamos el denominado “papelón” del 38 a 38. ¿Fue tan así? ¿Pudo haberse evitado? ¿Sólo se trató de un error humano en la apertura de los sobres? Los egos por no reconocer la derrota, sumergieron al futbol argentino en una crisis institucional, la peor de la que se tenga memoria.

Es ineludible hablar de la previa para entender lo que pasó. A priori, Marcelo Tinelli se creía ganador. Conocedor de los medios, supo influenciar en los periodistas deportivos para instalar el triunfo. Modestia aparte, el Grupo Crónica fue uno de los pocos en informar que la elección pintaba más reñida de lo que se suponía. En ese momento, la Primera División tenía 30 equipos y los 30 votaban. Ahí estaba parejo. Tinelli, o San Lorenzo, tenía como aliados a River de Rodolfo D’Onofrio, Vélez, Estudiantes con Juan Sebastián Verón, Banfield y Tigre, entre otros. Segura, o Argentinos Juniors, estaba respaldado por Boca con Daniel Angelici, Independiente con Hugo Moyano, Racing con Víctor Blanco, Lanús de Nicolás Russo y Huracán, para nombrar a algunos. El resto de los 75 asambleístas se repartían así: 12 del Nacional B, 10 de la Primera B Metro, 6 de la Primera C, 5 de la Primera D, 2 por el Federal A y 10 que correspondían a las Ligas del interior.

Tinelli fue a buscar votos al Interior, para eso viajó a varias provincias. A tratar de seducirlos para conseguir una buena ventaja. Sumó a rosarinos y santafesinos y a otros más. Se peleaba cada voto. Hubo una cena anterior a la elección con dirigentes que respaldaban su candidatura. De su búnker salió ese “boca de urna” de 43 a 32. Después se vio que varios fueron sólo a comer y son los que después fueron llamados “los traidores”. ¿Quiénes son? No se sabe…

Segura había sucedido a Julio Grondona, tras su fallecimiento el 30 de julio de 2014. Más allá del apoyo de los peso pesados que contamos, tenía detrás el Ascenso Unido, con Claudio “Chiqui” Tapia (Barracas Central) y Marcelo Achile (Defensores), como caras visibles. En la única categoría que hacían “sapo” era en la Primera C. Y acá vale la pena marcar el contexto político. Ya Mauricio Macri había ganado las elecciones y se aprestaba a asumir el gobierno. El flamante presidente acudió a Angelici, su hombre de confianza, para evitar el triunfo de Tinelli, pues conocedor del paño y sabiendo que había llegado al poder por su gestión en Boca, no quería que la AFA sea un trampolín para el popular conductor. Ahí empezó la rosca política, en la cual varios actores de esta lista se movían como peces en el agua.

Diciembre es un mes caluroso. Pero nunca se sufrió tanto el calor como esa tarde, en el microestadio de futsal, ubicado en el predio de Ezeiza. No habían alquilado aparatos portátiles de aire acondicionado porque en ese momento costaban 100 mil pesos y la AFA no tenía ese dinero. Era tan insoportable, que la cámara dejó de “poncharme” por una cuestión estética. Relato en off porque las gotas de transpiración bajaban del cabello y la camisa blanca era “agua”.

Momento histórico: no se votaba desde 1979, cuando había sido electo Julio Grondona. En el gimnasio se armó la mesa principal en una de las cabeceras, con dos cuartos oscuros, uno de cada lado, para acelerar la votación. Los asambleístas en sillas, dejando un espacio en el medio para el escritorio con la urna, “vigilada” por las autoridades de la IGJ, los doctores Patricia Mo, Adriana Vicente y Gerardo Ganly. Se acordó la junta escrutadora, un representante de Segura, Alfredo Dagna (Olimpo) y dos de Tinelli, Pascual Caiella (Estudiantes de La Plata) y Rodrigo Escribano (Talleres de Córdoba).

La votación fue lenta. Casi como decía el ilusionista René Lavand, con su conocida frase “no se puede hacer más lento”. Fueron pasando los 75 asambleístas y llegó el momento de la apertura de los sobres. Ahí el primer gran error: no se fueron cantando voto a voto a medida que se iban abriendo. "Tinelli", "Segura" y así sucesivamente. Por precaución, ante un posible desborde por una diferencia irremontable, hicieron que fueran haciendo dos montones. Se toparon con una dificultad, tal vez producto del calor, los papeles se pegaban. Así se encontraban con sobres que tenían dos papeles del mismo candidato y los fueron despegando. Las pilas se veían parejas, todo un presagio. Al hacer el recuento, llegó la sorpresa: 38 a 38. Varios se agarraban la cabeza. Revisaron y un voto de Tinelli tenía dos papeles pegados que se les había pasado a todos los ojos que observaban detenidamente el escrutinio. Nada de confabulación. Nada raro. Habían despegado varios, uno se pasó y fue a parar al montón de Tinelli. ¿El resultado? 38 a 37 para Segura.

Hubo segundos de desconcierto. Hasta que Angelici propuso volver a votar, sabiéndose ganador, si era necesario a mano alzada. Tinelli empezó a hacerle señas a Jorge Brito, asambleísta de River, para que no aceptara. Los “traidores” lo habían hecho, se habían dado vuelta. Se tomó lista. ¿Cuál fue el argumento para no volver a votar? Que el representante de Crucero del Norte, Julio Koropeski, se había retirado del lugar. El último avión regular a Misiones ya había despegado. Quisieron comunicarse con él y no pudieron ubicarlo. Por varios días nadie supo de su paradero. El otro dirigente ausente fue el presidente de Excursionistas, Angel Lozano. El motivo fue que le habían hecho pintadas amenazantes en la puerta de su domicilio. Tampoco pudieron hacer que vuelva.

A continuación hubo una conferencia de prensa conjunta entre Tinelli y Segura, muy amistosa, con promesas de trabajar en forma conjunta porque el resultado, más allá del bochorno que significaba un 38 a 38, había sido muy pareja. Quedó en saco roto… Nunca pasó lo de volver a juntarse ni buscar la unidad. Después historia conocida, la Comisión Normalizadora con Armando Pérez, puesto por Macri. Hasta que el 29 de marzo de 2017 fue electo Claudio Tapia, sin oposición, pero todavía sin el respaldo de San Lorenzo ni de River. Hace unos días, el 19 de mayo, pudo lograrse una AFA con todos adentro.

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