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La historia de Eliana, la actriz ciega que fue apadrinada por Lito Cruz y que conmovió en "Quién quiere ser millonario"

Eliana Manzo contó su conmovedora historia de superación a Teleshow y habló de su experiencia en el programa conducido por Santiago del Moro, donde ganó 300 mil pesos.

El programa que conduce Santiago del Moro por Telefe, ¿Quién quiere ser millonario?, no solo es un lugar para premiar el conocimiento, sino también una vidriera para conocer las historias de vida de sus participantes. Pero la de Eliana Lucía Manzo, que se presentó el lunes pasado y ganó 300 mil pesos, es superadora. En todo sentido.

Durante su infancia formó parte del Equipo Nacional de Gimnasia Artística. Y mientras se preparaba para participar de las Olimpíadas del 2004, en medio de las notas periodísticas de cara al gran evento, se dio cuenta de que ese no era su verdadero sueño. Su pasión era ser actriz. "Por eso me anoté para estudiar teatro y a los 16 años hice mi primera obra, Los Árboles Mueren de Pie. En simultáneo estudiaba el profesorado de Danza Jazz y empecé a bailar clásico. El hecho de haber sido atleta me sirvió un montón para hacerlo", cuenta Eliana a Teleshow.

Sin embargo, sus planes se vieron complicados por las vueltas del destino. Una enfermedad neurológica empezó a atrofiar paulatinamente su nervio óptico hasta dejarla ciega a los 24 años: "Se empezaron a 'morir' las neuronas del nervio y fui perdiendo la vista. Si vos me ves tengo los ojos bien pero el tema es que el nervio no transmite la imagen al cerebro. Estuve tres veces internada, me hicieron todo lo que estuvo al alcance pero no hubo caso".

"Además no se sabe qué es lo que tengo, no tiene nombre y apellido por lo tanto tampoco hay un tratamiento específico. En su momento me atendieron los síntomas, me daban corticoides pero no hubo resultados. Me dicen que soy joven y que la ciencia avanza... Yo tengo esperanzas de que algún día voy a poder volver a ver. Hoy no veo y tengo que vivir así. Si algún día todo cambia sería mágico, pero mientras tanto tengo que desarrollar herramientas para vivir", cuenta.

De todas formas, perder la visión en ningún momento fue una excusa para bajar los brazos. Mucho menos pensó en dejar la actuación. En medio de las internaciones y los tratamientos por la pérdida de su vista tenía que presentarse a dos castings: uno para hacer una publicidad y otro para una obra de teatro. El día anterior su médico le dijo que tenían que internarla para tratarla por sus problemas de salud, pero ella logró "negociar" que se presentaría a las pruebas y que al día siguiente acudiría a la clínica.

Efectivamente, fue a los castings sin poder ver pero fingió que tenía una vista completamente normal ¡y quedó seleccionada en ambos! La publicidad se grababa al día siguiente, así que no pudo hacerla, pero para la obra de teatro tenía tiempo de ensayar en el hospital y luego sumarse al elenco. Todo parecía encaminarse de la mejor manera, pero ahora la discriminación se interpuso en su camino.

"Estaba internada y mi familia me venía a visitar así que con cada uno que venía estudiábamos el guión. Cuando me reincorporé a la obra me citaron los directores en una oficina y me dijeron que era una inconsciente, que cómo no les iba a decir que era ciega, que si me caía del escenario, que las luces... Todas cosas absurdas porque cuando hice el casting tampoco veía y quedé seleccionada, pero después me dijeron que no podía hacerlo. Salí llorando del teatro. Dije: 'Chau, no puedo ser actriz'".

A partir de minuto 34.30

Lejos de rendirse, siguió luchando por su sueño hasta que logró torcer el destino gracias a la ayuda de Lito Cruz, el reconocido actor fallecido en diciembre de 2017 : "Mi mamá se enteró de que él tenía un proyecto así que levanté el tubo del teléfono y llamé a su estudio. Me atendió él, le conté de mi situación y le dije: 'Necesito alguien que me dé la oportunidad. Yo sé que puedo hacerlo'. Me dijo que vaya a estudiar teatro con él y así fue. Hicimos una muestra de Romeo y Julieta en el Teatro Liberarte, en la que también estaba Mex Urtizberea. Siempre supe que iba a poder llegar, el tema es que el resto se diera cuenta de que yo podía".

La joven actriz participó de la obra La Otra, dirigida por Lito Cruz, y trabajaron juntos en un proyecto articulado con el INCAA con el que hacía obras de teatro en cárceles. Ahora sigue trabajando en su sueño y forma parte del elenco de la obra PRODE, dirigida por Claudio Grillo, que se presenta los viernes a las 21 en el Teatro El Piso (Hidalgo 878).

"Claudio Grillo piensa que el actor tiene que trabajar con lo que es, entonces si uno es ciego los personajes pueden ser ciegos. Puede haber una Ofelia ciega. No te limita, al contrario, es enriquecedor por lo que es y no por si es ciego o no. Eso es una característica. Con Lito era al revés, la gente no se daba cuenta de que yo no veía, y eso también implicaba un trabajo más minucioso en relación a los demás actores porque hay que pararse siempre en el mismo lugar y tenía que dirigir la vista hacia un lugar... Las dos formas de trabajar me parecen interesantes", explica la actriz.

En pareja hace tres años con Diego Casas, un artista plástico a quien conoció trabajando juntos en un taller de teatro para chicos que viven en las villas, confiesa que su paso por Quién quiere ser millonario fue "hermoso" y "muy divertido". Y que Santiago del Moro fue el maestro de ceremonias de una noche marcada por la emoción. Sobre el premio... Ahora queda en un segundo plano. Todavía no sabe qué va a hacer.