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La emisora que hizo la broma al hospital británico podría enfrentar cargos penales

Las penas adjudicadas serían por trasmitir la conversación y no por la muerte de la enfermera que atendió la llamada.

Según expresaron expertos en derecho, la emisora radial australiana, donde trabajan los dos locutores que hicieron una broma telefónica al hospital londinense, podría enfrentar cargos penales por transmitir la conversación.

La semana pasada, la broma fue ampliamente criticada luego de la aún no explicada muerte de la enfermera que contestó la llamada y que ayudó a que los dos locutores obtuvieran información confidencial sobre la salud de la princesa Kate.

De confirmarse la sentencia, los posibles cargos penales no consistirían en la muerte de la mujer, sino en haber trasmitido una conversación privada, sin permiso de los implicados. De este modo, las personas a cargo de tomar la decisión de difundir la llamada podrían ser sentenciados a prisión, aunque hasta el momento se desconoce quiénes fueron los responsables.

Por su parte, los locutores sostuvieron que la llamada tuvo autorización de ejecutivos, pero una ex conductora del programa en cuestión, 2DayFM, había asegurado que los locutores siempre estaban involucrados en ese tipo de decisiones.

La Ley de Dispositivos de Escucha del estado de Nueva Gales del Sur prohíbe la transmisión o grabación de conversaciones privadas sin el permiso de los participantes con una posible sanción de cinco años de prisión y una multa de hasta 55 mil dólares australianos (58 mil dólares estadounidenses).

La semana pasada, los locutores Mel Greig y Michael Christian habían llamado al Hospital Rey Eduardo VII de Londres, y fingieron ser la reina Isabel II y el príncipe Carlos para pidieron información sobre la duquesa.

Jacintha Saldanha, la enfermera que atendió el teléfono, transfirió la llamada a otra trabajadora del hospital, y los locutores obtuvieron información confidencial que difundieron después, sobre el estado de Kate.