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La cooptación de Asseff: falta de escrúpulos y de inteligencia política

Miguel Ángel Pichetto se mostró en una foto junto a Alberto Asseff, quien como cabeza del partido UNIR hasta entonces prestaba la estructura legal para la presentación de la candidatura presidencial de José Luis Espert.

Por José Benegas - Infobae
Miguel Ángel Pichetto se mostró en una foto junto a Alberto Asseff, quien como cabeza del partido UNIR hasta entonces prestaba la estructura legal para la presentación de la candidatura presidencial de José Luis Espert. Así exhibía lo "vivo" que era mostrando que lo había cooptado con una candidatura a diputado por la provincia de Buenos Aires.

Esta maniobra obscena me hizo recordar a dos momentos de la historia reciente. El primero y más cercano en el tiempo es el pase de Eduardo Lorenzo Borocotó a las filas kirchneristas al día siguiente de ser electo diputado del PRO, llevado a la Casa Rosada por el entonces Jefe de Gabinete Alberto Fernández para abrazarse con Néstor Kirchner.

El segundo, cuando los electores de la UCEDE, comandados por María Julia Alsogaray, acordaron sumar sus votos para la consagración de Eduardo Vaca como senador, dejando a Fernando de la Rúa afuera del Senado, a pesar de que era quien había recibido el mayor apoyo electoral aunque sin alcanzar la mayoría. Aunque hay que diferenciar que este último caso estaba dentro de las reglas de juego, fue un gran error político que convirtió a la larga en presidente a De la Rúa.

El primer episodio, en cambio, forma parte de la historia de las chanchadas políticas y fue tan impactante que consagró el término "borocotización" como sinónimo de transfuguismo. Señalemos que en algunos países estas maniobras están tipificadas como delito.

Ahora, curiosamente, Pichetto y Macri son los que quieren impedir que Alberto Fernández llegue al poder copiando sus malas artes.

Esto por supuesto no es inteligencia política, como no sería habilidad deportiva partirle las piernas de una patada a Lio Messi. Esto lo hace cualquier inescrupuloso, no hace falta demasiado cerebro.

El Gobierno pone mucha expectativa en el retiro de la candidatura de Espert porque siempre ha sido su política colocar a sus votantes en alternativas extorsivas. Se niegan a hacer lo que quienes apoyan a Espert creen que se debe hacer y eligen ponerlos entre la espada y la pared mientras lanzan a sus militontos a difamarlos; nunca consideran la alternativa de atraerlos. El oficialismo demuestra que piensa que, si los electores tienen a otro para votar, la amenaza de la vuelta de Cristina Kirchner, hoy un poco menguada, se diluye; que si se sacan de encima a Espert de cualquier modo sus electores aceptarán que en realidad son súbditos de Cambiemos. Eso no solo pone en duda lo que han hecho hasta ahora sino también que vayan a hacer algo distinto en el futuro.

Antes se lo había atacado a Espert duramente desde la militancia gratuita, paga y oficiosa por aliarse con Asseff, al que llamaban "el nazi", cuando la realidad es que la estructura legal mafiosa de la política argentina está hecha para que no puedan entrar nuevos jugadores y por eso existe la necesidad de unirse a cualquier estructura como único medio para desafiar a los aparatos ya consolidados. Terminaron quedándose con "el nazi", en una maniobra más digna de barrabravas que de percibidos protagonistas de House of Cards, y lo hicieron sacándose fotos a los ojos del público, porque lo que más quieren es ser reconocidos como los más vivos.

Les salga bien o mal, se han hecho un daño enorme a sí mismos y hay que ver cuántos de los votantes de Espert entienden que ahora le "vuelven" a pertenecer a Marcos Peña.

Por lo pronto, han quemado a Pichetto más rápido que a una servilleta de papel. Se suponía que les aportaba madurez política y lo ponen como ejecutor de un golpe de efecto comiteril. En días, el Messi que incorporaron hace faul al estilo Luis D`Elía y queda reducido a émulo de Alberto Fernández al que se supone que quieren vencer.

Pero no fue la única maniobra de Cambiemos. También hace unos meses inventaron a un verdadero "neoliberal", por lo nuevo, que era Darío Lopérfido, y ayer lo bajaron con fotos y besos, mientras él le estaba haciendo creer a Espert que quería arreglar con él para ser su candidato en la Ciudad de Buenos Aires ¿Volverá a su cargo en Europa Lopérfido, del que lo echaron cuando se separó de Esmeralda Mitre los mismos que lo habían echado antes de la Ciudad por poner en duda los 30 mil desaparecidos? En la nueva política todo es posible. Antes de esto estuvo la promoción del "Bolsonaro" argento y macrista Alfredo Olmedo y después del otro macrista Juan José Gómez Centurión, para ver por dónde lo pueden drenar a Espert, sin ponerse a pensar en ningún momento si pudieran seducir a sus votantes proponiendo un plan económico consistente. No quieren eso sino conseguirlos por las malas.

Es el único gobierno que yo recuerde que tiene una política desesperada para pisar todo brote verde liberal, con colaboración del sindicato unido de liberales argentinos por desgracia. Y ya está visto que no es porque ellos quieran hacer las reformas que hacen falta para que el país no desaparezca, sino para no tener que hacerlas.