DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Jorge Rial aparece en los Pandora Papers: controló una sociedad en Islas Vírgenes y luego entró al blanqueo

Fue beneficiario final de Noyante Trading Limited desde mediados de 2012 hasta la exteriorización de capitales de 2016. Emitió un poder a nombre de su por entonces amigo, Luis Ventura.

Jorge Rial afirma que ya no tiene dinero ni propiedades fuera del país. Dice que los activos que tenía en el exterior los declaró ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) durante el blanqueo de capitales del año 2016. Y que la información que surge sobre él en los Pandora Papers está desactualizada, ya que informó todo ante el fisco, al punto de erigirse como uno de los 10.500 contribuyentes que abonaron el impuesto a la riqueza recientemente.

Esos documentos que integran los Pandora Papers muestran que desde julio de 2012 y al menos hasta que la gestión de Mauricio Macri aprobó el blanqueo, el periodista de espectáculos e histórico conductor del programa televisivo de chimentos “Intrusos” controló una sociedad offshore en las Islas Vírgenes Británicas que -según los formularios- abrió para operar cuentas bancarias y un “portfolio de inversiones”. De acuerdo a la versión de Rial, esas inversiones no se concretaron.

Identificada como Noyante Trading Limited, Rial figuró en esa sociedad como beneficiario final -es decir, su verdadero dueño y último controlante- junto a sus dos hijas, Rocío y Morena. Y sumó a su entonces amigo y socio, el periodista Luis Ventura, con un poder amplio para tomar decisiones sobre esa compañía, incluida la posibilidad de ordenar “transferencias bancarias y operaciones de valores”, de acuerdo a los documentos de los Pandora Papers a los que accedió LA NACION como parte de la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).

Consultados por el equipo argentino de ICIJ, allegados a Rial confirmaron que controló esa sociedad y que luego exteriorizó sus activos ante las autoridades tributarias argentinas. “En su momento, cuando estaba casado, esa sociedad se había hecho para comprar unos bienes en Miami. Fue una época en que le fue bien. Al final no hizo nada, no compró nada ni hizo ninguna inversión. En 2016, la poca guita que tenía la trajo con el blanqueo y no quedó nada afuera. Trajo toda la plata, y cerró la sociedad”, indicaron.

En la época en que se abrió la firma Noyante Trading Limited, a mediados de 2012, Rial estaba separado y en plena disputa pública con su todavía esposa, Silvia D’Auro. La sentencia definitiva de divorcio salió en octubre de 2013.

Según los allegados al conductor y productor televisivo, su operatoria offshore no debería asociarse a sus desavenencias maritales. “Esa sociedad no tuvo que ver con la disputa con Silvia, ni fue para ocultarle nada. Ya estaba separado”, afirmaron. “Las pocas propiedades que tenía afuera se las quedó Silvia en el divorcio”.

Los documentos

Para abrir la sociedad offshore, Rial acudió al estudio Trident Trust. Narciso Muñoz, un empleado del banco Barclays de Miami, fue quien se encargó de firmar y completar el papeleo. Los trámites culminaron el 1 noviembre de 2012.

En los formularios, Rial fue identificado como productor televisivo, con domicilio en la calle La Pampa al 700, cerca de la avenida Figueroa Alcorta de Buenos Aires –donde vive-, y se consignó que el origen de sus fondos era su salario como conductor televisivo.

En los papeles, que llevan el logo de Trident Trust, quedó asentado su fecha de nacimiento, su correo electrónico personal en Yahoo! y un teléfono celular. Se aclaró, también, que no era una “persona políticamente expuesta” (PEP).

“Cada servicio corporativo de Trident está regulado en la jurisdicción en la que opera y comprometido con el cumplimiento de las regulaciones aplicables. Trident coopera con cualquier autoridad competente que solicite información. No habla de sus clientes con los medios”, respondió a ICIJ el bufete proveedor.

“Poder amplio” para Luis Ventura

En otro formulario de Trident Trust, casi idéntico, se asentó la designación de Luis Antonio Ventura, con domicilio en 20 de Septiembre al 2900 de Lanús, con un “poder amplio” para tomar decisiones sobre “operaciones de valores, transferencias bancarias” en la sociedad de Rial, Noyante Trading Limited.

Por entonces, Rial y Ventura eran amigos, compañeros de trabajo y hasta figuraban juntos en los registros societarios. En una asamblea de mayo de 2013 de Ediciones Paparazzi SA, por ejemplo, asumieron Rial como director titular y Ventura como director suplente. El vínculo entre ambos se rompió en 2014.

Consultado por su inclusión en esa operatoria, Ventura evitó dar precisiones. “Desconozco todo eso. Pero yo siempre firmé lo que Jorge Rial me traía porque era mi hermano… acaso me equivoqué”, dijo al equipo argentino de ICIJ.

Divorcio

En la documentación vinculada a Noyante Trading Limited, en tanto, figuran los nombres de Rial y de sus dos hijas, pero no el de D’Auro. El matrimonio mantuvo un juicio de divorcio contradictorio que se extendió hasta octubre de 2013, cuando la jueza María Cecilia Albores ordenó el divorcio y separación de bienes que algunos medios cifraron en US$4 millones.

Según dispuso la jueza Albores, Rial retuvo para sí el departamento donde ya vivía con sus hijas y su nueva pareja, valuado en US$900.000, más el control de “Paparazzi”, que se estimó que tendría un valor económico similar. D’Auro, por su parte, se quedó con una casa en el country San Carlos, valuada en US$650.000, la productora “Ideas + Ideas SRL”, la empresa “Mor Chi SA”, un departamento en Miami, otros inmuebles y una cuenta bancaria en el exterior.

Consultada por ICIJ, D’Auro se negó a hacer comentarios. Pero sus allegados indicaron que Rial no habría informado sobre Noyante Trading Limited en el juicio de divorcio.

Rial procuró evitar las controversias. “No tiene nada para ocultar. Tiene todo en regla, no debe nada, vive de su laburo. Incluso, pagó el impuesto a la riqueza”, dijeron cerca suyo, aunque el conductor se negó a mostrar sus declaraciones tributarias.

(Fuente: La Nación)

Dejá tu comentario