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Horror en Pilar: los secretos del doble parricidio de los amantes hermanastros

Relaciones cruzadas, peleas por plata y relaciones amorosas intrafamiliares. Asesinaron e incineraron al padre de ella y a la madre de él.

Celos, reproches, peleas frecuentes, relaciones amorosas intrafamiliares y un crimen posiblemente premeditado con una extrema cuota de horror, hacen del caso un diamante en bruto para cualquier trama literaria, televisiva o cinematográfica. Que la realidad supera, con creces, a la ficción es una máxima que para el doble parricidio de Pilar ocurrido en 2015, y por el cual dos hermanastros y ex pareja están siendo juzgados esta semana en los Tribunales de San Isidro, aplica sin resistencias.

De hecho, cuando en la segunda jornada del proceso que se lleva adelante contra Leandro Yamil Acosta y Karen Daniela Klein, los hermanastros y ex novios señalados como los asesinos de sus padres, Miryam Esther Kowalczuk y Ricardo Ignacio Klein, Acosta refirió que durante la instrucción de la causa la abogada particular que lo asesoró le indicó que debía declararse loco ante el tribunal, porque quería "vender los derechos" sobre su vida.

En esa misma instancia se llegó a hablar de canibalismo. Fue la misma letrada, Mónica Chirivin, quien ante los medios refirió que su por entonces cliente le confesó que "se había comido un pedacito".

Pero Acosta no está loco, él mismo se apuró en aclararlo frente a los jueces, ante quienes también confesó la autoría de uno de los crímenes, el de su padrastro Ricardo Klein, pero se despegó del de su propia madre, Miryam Kowalczuk. A ella, según el acusado, la remató su hermanastra y novia Karen.

El juicio se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro y los jueces son María Coelho, Alberto Gaig y Federico Ecke. La cuarta audiencia se realizará este viernes y allí se comunicará qué día de la próxima semana se dará el veredicto.

Leandro es juzgado a pesar de una pericia oficial que determinó que es inimputable, porque hay un estudio neurológico que lo pone en duda.

Al juicio la ex pareja llegó por separado e incluso evitaron cruzarse en las audiencias preliminares realizadas en 2018. Acosta está imputado por ambos homicidios y Karen, quien desde un principio lo señaló como el autor de las muertes, había quedado en libertad por falta de mérito, pero no libre del juicio ya que la fiscal de la causa decidió que un tribunal fuera quien resuelva su situación. De todos modos, en la audiencia de este miércoles, Karen quedó detenida tras ser involucrada en el hecho por Acosta.

Pero no siempre fue así, hubo un tiempo en que ambos compartieron mucho más que un techo en común. Durante cuatro años convivieron en la casa de Sarratea 2726, en la localidad pilarense de Del Viso, donde la madre de él y el padre de ella habían formado una familia ensamblada que llevaba 12 años de relación y un par de mellizos de 11 como hijos en común.

En esa cotidianeidad nació la pareja que formaron Leandro y Karen y que estaba aprobada por sus padres. Ricardo, que durante muchos años se dedicó a la albañilería, había preparado la loza para lo que sería el futuro departamento de la pareja en el mismo terreno donde estaba la casa, propiedad de Kowalczuk. También construyó un departamento que pusieron en alquiler y que les permitía contar con un ingreso extra.

Estas mejoras no eran vistas con buenos ojos por Leandro, que consideraba a Klein padre como un aprovechado que se quería quedar con todo lo que era de su madre. Y que a él lo mandaba a trabajar y lo trataba de vago a pesar de su discapacidad y sus limitaciones para conseguir empleo.

Acosta sufría un trastorno intestinal por el que hace varios años le habían practicado una ostomía (conocido como ano contra natura), condición por la que cobraba una pensión. Pero según los trascendidos familiares luego del doble crimen, para Ricardo el chico era un vago y "estaba harto de que no ponga un mango en la casa". Los insultos, los gritos y los enfrentamientos, contaron desde el entorno, eran una rutina diaria.

Con su hija Karen la relación no era mucho mejor. La chica llegó a la vivienda de Pilar tras la muerte de su madre, que padeció una falla renal. Nunca terminó de asimilar la separación de sus padres, y siempre culpó a Ricardo por la muerte de su ex mujer. "Mamá murió por tu culpa" era un reproche en continuado. El 2 de septiembre de 2015 esa tensión latente dentro del ensamble familiar terminó de la peor manera.

Según relató Leandro Acosta este miércoles, ese día él mató a su padrastro de un disparo, pero aseguró que cuando dejó el arma arriba de la mesa, su hermanastra, Karen, la tomó y le disparó dos balazos en el pecho a Kowalchuk. "Se cayó al piso y la remató de un tiro en la cabeza. Incluso quedó el agujero en el suelo", detalló.

La pareja que se había conocido en 2003 en la Disco Latino, ubicada sobre Panamericana, que tuvieron un flechazo (ella deliró con ese hombre imponente que le representó Ricardo, y él con esa chaqueña bien arreglada de nombre Miryam) y que al año comenzaron a convivir en la misma casa donde los asesinaron, había sido denunciada como desaparecida por Horacio Klein, hermano de Ricardo y tío de Karen.

El hecho que se juzga fue descubierto el 13 de septiembre de 2015, cuando a raíz de una denuncia por paradero, la Policía allanó la casa familiar, y allí encontró restos humanos quemados de Klein y Kowalczuk. Luego, en un baldío ubicado a ocho cuadras de la casa, se hallaron 16 bolsas con cenizas, huesos y más restos calcinados.

Según declaró Karen Klein, fue su ex pareja quien se encargó de quemar los cadáveres. La tenía amenazada a ella y a sus hermanos. Para la fiscal Laura Laura Zyseskind, que lleva adelante la causa, la declaración de Acosta habilitó el pedido de detención de la chica, y ahora solo resta saber cuáles serán los cargos que elevará en su contra.

Un doble crimen premeditado es la principal hipótesis que tratan de probar basados en las pruebas, las pericias y ahora, la confesión del principal acusado. La sentencia se conocerá la semana próxima.

 

 

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