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Habló el médico que mató a un ladrón tras la absolución del carnicero: "Espero lo mismo"

Lino Villar Cataldo será juzgado por un jurado popular. Cree que la fiscal tenía los "medios técnicos" para comprobar su relato.

Después de la absolución del carnicero Daniel "Billy" Oyarzún, el médico Lino Villar Cataldo espera correr la misma suerte y no ir a la cárcel por matar a un ladrón. Ambos casos, ocurridos en la provincia de Buenos Aires con sólo 19 días de diferencia, pusieron en el centro del debate la justicia por mano propia.

"Con Oyarzún se hizo justicia, pido lo mismo para mí", dice Villar Cataldo, que el 26 de agosto de 2016 se defendió a los tiros del robo de su auto en la puerta de su consultorio en San Martín.

El 13 de septiembre de ese año, Oyarzún, en Zárate, persiguió y atropelló a un asaltante que había entrado a su carnicería. Este jueves, el comerciante fue declarado inocente por un jurado popular compuesto por vecinos de su zona.

"No conozco en detalle la causa pero es evidente que lo que le pasó a Oyarzún, él no lo buscó. Los delincuentes lo fueron a buscar y agredir para robarle su dinero. Él no fue a buscar el hecho, desgraciadamente le ocurrió", cuenta Villar Cataldo a Clarín.

No obstante, el médico aclara que Oyarzún "está en libertad pero tendrá que llevar la mochila toda la vida". "Estos hechos te marcan para toda la vida y ya no hay vuelta atrás. Son hechos desgraciados porque hubo un muerto. Todo esto altera a la persona y al círculo familiar. Ya no es lo mismo".

El caso del cirujano ocurrió en Ombú al 6800, en San Martín, y tiene algunas diferencias con el del carnicero. Aquél día, un ladrón identificado como Ricardo Alberto "Nanu" Krabler (24) se le acercó corriendo mientras él sacaba marcha atrás su Toyota Corolla. El asaltante, según su relato, le dio un culatazo en la cabeza y le dijo: "Bajate hijo de puta o te mato".

De lo que pasó después hay dos versiones, la de Villar Cataldo y la de la fiscal del caso, Diana Mayko. El médico dice que el ladrón lo tiró al piso, le pasó una de las ruedas del auto por arriba de las piernas y luego lo apuntó con un arma mientras fugaba. El cirujano asegura que en ese momento agarró un arma que escondía en un cantero "por seguridad" y tiró "al bulto".

Para Mayko, ese relato es "inverosímil". Cree que en realidad el médico portaba el arma en el momento del hecho y que el ladrón guardó su pistolón debajo de su cuerpo para escapar. Para la fiscal, en ese momento Villar Cataldo le dio cuatro tiros a Krabler.

El médico será sometido a un juicio por jurados en abril del año que viene, acusado de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". Si lo declaran culpable, podría recibir una pena de 10 a 25 años de prisión.

En esa línea, la conclusión del jurado que absolvió al carnicero le abre una luz de "esperanza" a Villar Cataldo. "Sé muy bien que cada caso es diferente. Desde el primer momento sostengo que si yo fuera a prisión, se estaría cometiendo una injusticia", remarca.

Más allá de las coincidencias entre ambos casos, Villa Cataldo marcó diferencias con la secuencia que protagonizó el carnicero. "Lo mío duró segundos. Fue un flash. Yo no seguí al delincuente a ningún lugar. Estaba en ese momento siendo agredido y tenía el arma", dice.

El acusado no se guarda las críticas hacia la labor de Mayko durante la etapa de instrucción. "Yo soy médico, cirujano y presenté trabajos científicos durante mi carrera. Si la fiscal hubiera querido trabajar científica y estadísticamente, tenía medios para demostrar que el arma estaba apoyada en el cantero", reclama.

"Tampoco me cree que a mí el auto me pasó por arriba de las piernas. No me interesa que me crea o no, o lo que piense. No sirven sus pensamientos, debe demostrar lo que ocurrió".

Villar Cataldo estuvo tres días detenido por el crimen del asaltante. Eso es lo que "más indignación" le causa. Actualmente está en libertad por una "excarcelación extraordinaria".

El médico cree que la fiscal tenía los "medios técnicos" para comprobar su relato y que esas pericias no se hicieron cuando correspondía. "Las cosas se podían haber aclarado de entrada y no ocasionarme tanto daño. Fueron los propios policías que llegaron después de que yo llamé al 911 los que me dijeron: 'Doctor, usted ha tenido muy mala suerte, le tocó esta persona', que prefiero ni nombrar, pero me la pintaron de cuerpo entero".

Ahora, el cirujano tiene todas sus expectativas sobre el juicio que comenzará en abril. "Pido a Dios que ilumine a las personas que serán integrantes del jurado. Nunca pedí excepciones ni favores, lo único que pido es justicia. Nada más", aclara.

El cirujano asegura que a raíz del episodio en el que mató a Krabler, su vida "ha cambiado totalmente", como así "la tranquilidad" de sus hijos. En este tiempo dijo que recibió amenazas, que fueron denunciadas, le cuesta conciliar el sueño y sufrió secuelas en su salud. La semana pasada fue internado por una arritmia.