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Franquicias del peronismo

Ante el riesgo de la derrota, como en 1983 y 1999.

Sobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Introducción
Calas políticas


¿Y ahora? ¿Cómo se sigue?

Cuesta, en adelante, ante el aroma penetrante de las calas políticas, sostener las imposturas de La Doctora. La trivialidad de sus desmesuras.

Acosada -la pobre- entre la derrota de agosto, que no empieza a aceptar, y la derrota más grave, que se perfila en octubre.

Cuesta también recurrir a la indulgencia democrática de ayudarla. Para que "el gobierno termine lo mejor posible".

O mejor, simplemente, para que termine. Para que se llegue a 2015 con reservas de aire. Y alguna dignidad.

Al margen de las versiones, viables y apocalípticas, que aluden a interregnos institucionales, a elecciones presidenciales anticipadas, Oximoron prefiere detenerse, en su último informe, en las tendencias regresivas hacia el bipartidismo cultural. A la celebración del origen que se percibe. Sea de matriz peronista, o radical-socialista.

Osiris Alonso D'Amomio
Director-Consultora Oximoron


Aires y Soles

En todos los esquemas, dos figuras asoman, invariablemente, en el primer plano. Sergio Massa, la Rata del Tigre, Aire y Sol II, y Daniel Scioli, Aire y Sol I.

La centralidad -para Oximoron- aún la ocupa Massa. Lo atraviesa una duda que pronto debería esclarecer. Si opta por oficializar su liderazgo en el Partido Justicialista o no. Si aspira a contar con el endoso del PJ, transformado durante el cristinismo en el Partido Vegetal.

O una "carcasa vacía" al decir de Hugo Moyano, El Charol.

Ofrendas

Entre las franquicias del peronismo envolvente, trasciende el expreso deseo de la recomposición.
Mientras tanto se avanza, en simultáneo, en la reunificación de las tres centrales sindicales.

Brotan tiempos saludables de unión. Contienen el pretexto de ser dictados desde la nueva Puerta de Hierro, El Vaticano. Acaso a pesar de Francisco, El Papa Girado, que tiene tareas infinitamente más universales que ponerse a reorganizar las franquicias del peronismo.

La onda mística sostiene la necesidad de librar, tal vez en 2014, una interna por la candidatura presidencial. Como aquella de 1988, entre Menem y Cafiero. Con todos los aspirantes de las dispersas franquicias, que reclaman el endoso de la identidad partidaria.

Sea Massa, Scioli, De la Sota, Uribarri, eventualmente hasta Moyano, Adolfo Rodríguez Saa o Urtubey.

Derivaría en la utópica recomposición del Partido Justicialista, que se planifica llevar -junto a la reunificación sindical-, como ofrendas, según nuestras fuentes, al piadoso Francisco, El Papa Girado, que hegemoniza la perinola donde se juega la fe.

Iniciativas

La iniciativa, en su amplitud, es del senador Adolfo Rodríguez Saa, ex gobernador del Estado Libre Asociado de San Luis y presidente, aparte, durante la semana más literaria de 2001.

Fue continuada por Luis Barrionuevo, alias Harry, pero para acotarla a la pugna de sus dos candidatos preferenciales. Massa y De la Sota, El Cordobés Profesional.

Al final la iniciativa de "El Adolfo" terminó privatizada por Scioli (al que Barrionuevo quiere, justamente, dejar afuera).

La cuestión que el proyecto de ir a la interna le pertenece, en la actualidad, a Scioli.

Sin embargo, la decisión que tome Massa es, otra vez, sustancial.

Ir "por adentro", de la estructura partidaria, o continuar "por afuera", donde le va tan bien.

Ocurre que el peronismo, multiplicado en franquicias, puede facilitar el tercer triunfo social demócrata. En los treinta años de democracia.

Como Alfonsín en 1983, o como De la Rúa en 1999, perfectamente en 2015, o acaso antes, Julio Cobos, Hermes Binner, Ernesto Sanz o Elisa Carrió, se encuentran en condiciones de vencer al peronismo. E instalar de nuevo el riesgo lícito de la acción. De la aventura.

Sin invocaciones religiosas, en la práctica, se confirma la realidad cultural del bipartidismo. Que ofrece las variantes dispares de la matriz peronista. O las derivaciones de la matriz radical-socialista, que también tienden a unificarse, y sin el pretexto de girar al pobre Papa.

Cuesta también, en el esquema, incorporar al Pro, estructura institucional del macricaputismo. La expresión más afectada, en la evaluación, de la disparada ascendente de Massa, que amenaza con contenerlos. Ampliaremos.

El Elegido

Se impone Scioli como el sucesor natural del Frente para la Victoria, que el PJ integra, junto a las alquiladas expresiones del frepasismo tardío.

Es precisamente desde los teléfonos de La Doctora donde se instruye -a los cristinistas que pretendan sobrevivir- para que apoyen a Scioli.

Que es -Scioli- El Elegido, lo divulgan también determinados sciolistas, también necesitados de contención. Para que no claven la garrocha y se eleven hacia el "Tigre, Tierra Santa", cliquear.

Aunque Scioli lo desmienta con énfasis. Sin tener en cuenta el precepto "no desmientas que esclarece".

Sólo la certeza de la sucesión explica el cristinismo súbito de Scioli, hoy transformado en el jefe de la campaña de aquellos que se proponían dejarlo afuera (igual que Barrionuevo).

Clarín, para colmo, gana

"Para ser El Sucesor, ya ni hace falta que Scioli diga Clarín Miente", confirma la Garganta.

La declaración, de todos modos, nunca iba a ocurrir.

A esta altura, carece de sentido comprarse otra causa irremediablemente perdida. Como la fatídica obsesión de La Doctora.

El cristinismo deja como herencia una cuenta imperdonable. Un Grupo Clarín demasiado fuerte. Hasta la inconveniencia.

En efecto, aunque haya recibido los golpes más severos de su historia, Clarín le gana la guerra-divorcio al gobierno.

La justicia le volteó, a La Doctora, la posible intervención que se estimulaba desde la instrumental Comisión Nacional de Valores.

A través de la inutilización del artículo 20, de la programada Ley de Mercados de Capitales, la intervención, tan anhelada, se fue a la lona. El boceto jurídico admitió la exhibición amenazante de los máximos puntales de la economía. Cuando Moreno, a los gritos, y Kicillof, con gesto de patovica, invadieron la asamblea del Grupo que mentía.

Para completarla, el pronunciamiento de la Corte Suprema, que alude a La Ley de Medios, se dilata. Hasta más allá, según nuestras fuentes, de las elecciones legislativas de octubre. Las que amenazan con consolidar el fenómeno definitivo de la derrota. Que clausura el ciclo de las recuperaciones. 2013 dista de ser como aquel 2009.

El aroma penetrante de las calas políticas le otorga cierta perplejidad a la pregunta que inicia el informe.

¿Cómo se sigue?

Vaya como acto de rescatable sobrevaloración. Para mayor complejidad del cuadro. Ninguna respuesta posible contiene la tesis del helicóptero.

Idea descartada. Insostenible. Ninguna franquicia la contempla.