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Fabián Cubero, íntimo sobre su vida de soltero: "Si tengo que lavar, lavo; si tengo que cocinar, cocino"

El capitán de Vélez habló de la exposición mediática que afecta su vida tras la separación de Nicole Neumann.

Fabián Cubero volvió a estar en el centro de los flashes y las cámaras de televisión, y no por su labor dentro de un campo de juego. Así como saltó a los medios cuando comenzó el inesperado romance con Nicole Neumann, hace 10 años, el futbolista de Vélez padece el acoso de los paparazzis tras la separación.

"Siempre fui muy cauto a la hora de declarar, no me gustan los conflictos, trato de pensar bien y analizar cada situación que atravieso y recién después hablar con los medios", explicó 'Poroto'.

"Como todo, hay gente que opina de manera errónea. No porque me quieran hacer mal sino porque tienen mala información. A veces se basan en cosas que escuchan o que les dicen y resulta que no es cierto. Por eso hablo, para que sepan la verdad desde el protagonista, al menos mi verdad. Estoy conforme porque me dieron la posibilidad de hablar y aclarar lo que no estaba claro. Espero que vengan solos, es automático. Ellos se dan cuenta si dijeron algo que no correspondía y vienen a consultar", agregó.

El futbolista de Vélez no negó los diferentes rumores sobre los romances que le habría surgido después de romper con Nicole.

"Ya te pusieron tres o cuatro novias", le comentó el periodista de Clarín que le realizó la entrevista. "Más... bastante más. Ahí aparece el informante o el 'me dijeron'... por eso está bueno aclarar cuando me relacionan con alguna chica que no fueron tantas", admitió a medias Cubero.

A continuación, habló sobre su vida soltero y cómo maneja la nueva planificación familiar, con las dos hijas producto de la relación con Neumann.

"La relación con las nenas fue siempre igual, excelente. De casado y de separado o divorciado. Trato de ser un padre presente, las acompaño, trato de estar en cada actividad. Las cosas de la casa las hago yo, no tengo empleados. Estoy separado pero si tengo que lavar, lavo; si tengo que cocinar, cocino y la ropa la llevo al lavadero. Sé manejarme porque tengo experiencia de haber vivido solo muchos años y ahora todo es me sirve", indicó.

"Paso mucho tiempo con las nenas porque mi ex mujer trabaja. Por suerte tiene mucho trabajo, entonces activo mucho. El fútbol me lo permite por los horarios. Termino de entrenar a las 12 o un poco más y si no tengo otras obligaciones, activo con ellas, las voy a buscar al colegio, las llevo a hacer sus actividades y lo disfruto mucho porque los días que les toca estar con su mamá las veo menos. No hay días fijos, somos flexibles y tratamos de acomodarnos para que los dos tengamos el tiempo que creemos suficiente", añadió.

"Cuando las nenas están con ella, llega la tardecita y estoy solo, entonces salgo a buscar ayuda moral con mis amigos. Voy a tomar mate con uno, o armo una cena o los voy a visitar al laburo. Es raro que me quede solo en mi casa mirando el techo", aseveró.

"Fue una separación de común acuerdo. Bancamos la parada durante mucho tiempo tratando de recomponer la relación, pero lamentablemente llegó un momento en que hubo que dar un paso al costado. Creo que ninguno tiene nada que reprochar. Bah... yo, de mi lado, no tengo ningún reproche porque en la relación lo di todo, traté de salvarla también dando todo porque uno piensa en la familia, en los hijos... Pero sí, cuesta dar ese paso al costado. A veces no hay más remedio y decís 'hasta acá llegué' y entonces tuvimos que tomar la decisión de separarnos", comentó.

El capitán del equipo de Liniers contó que tuvo apoyo dentro del mundo del fútbol y que se toma las cargadas en las canchas con humor.

"Hubo muchos que pasaron por esto. Yo soy una persona muy querida dentro del club y siempre me sentí apoyado. Y con los adversarios también. Hablé con Miguel Russo (su ex director técnico en el 'Fortín'). Hubo una época en la que hablaba mucho con él y quedó buena relación. Fue el único del ambiente con el que hablé. También con mis amigos de siempre y con otras personas más grandes, que han pasado por esto... Sé dónde ir en los momentos en los que necesito, sé quién me va a atender el teléfono. No soy una persona de hacer terapia, nunca hice... pero me gusta escuchar a la gente que creo que tiene experiencia y me puede ayudar. Yo hago terapia con ellos", indicó.

"Las cargadas lo tomo más por el lado del humor o del folclore del fútbol que de la agresividad. Lo que pasa es que hay que ser inteligente para absorber eso cuando ocurre, estoy mentalizado para recibir esas chicaneadas...no sé cómo llamarlas... como estoy preparado, no les doy importancia", sostuvo.

Por último, se refirió al romance que está viviendo su ex con el político Facundo Moyano. "Cuesta al inicio, después uno se acostumbra. El inicio de verla con otro o las primeras fotos cuesta un poco. En nuestro caso, al ser tan públicos, era inevitable verlo. No es que uno se enoje o te duela... pero es una sensación rara después de estar tantos años con alguien verla con otra persona. Pero llega un momento en que decís "bueno, ya está", aseguró.

"Con los rumores uno empieza a digerir que esto en algún momento iba a pasar, uno tiene que estar preparado para eso", concluyó.