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"Estoy totalmente curado"

Tras la extirpación del tumor, y mientras disfruta de su programa radial, Juan Alberto Badía celebró: "Me abrieron como un pollito, pero sané".

Juan Alberto Badía emocionó a todos en su primer programa radial en la FM de Pinamar. A las doce en apareció la voz cargada de emoción: "Gracias, Tata Dios, por haberme mandado este resfrío y hacerme un tipo como era hasta hace un tiempo. Alguien que se enfermaba, que le dolía la panza cuando comía de más o se emborrachaba. También le quiero agradecer a mi familia, a mis compañeros y a todos ustedes, porque con sus rezos sanadores me permiten gritar que en este 2012 ¡arde Pinamar!".

Sólo hace falta pensar que el lunes 12 de diciembre, en el hospital Austral de Pilar se sometió durante cinco horas a una operación en el mediastino (una cavidad entre el esternón y la columna) que significó la extirpación de lo que le quedaba de un tumor detectado originalmente el 9 de noviembre de 2010. "En aquel momento tenía él tamaño de un sachet de leche; ahora era una pelotita de ping pong. Por eso el médico decidió cortar y sacarlo. Hoy, les cuento a ustedes como primicia que el 24 de diciembre me dieron los últimos resultados y se produjo el milagro: ¡estoy totalmente curado del cáncer!", grita feliz, según Gente.

Está flaco, algo débil todavía y le cuesta caminar con normalidad. Pero el corazón y la garra de este hombre son tan enormes que despierta admiración. "Hay gente que me dice que toque a sus hijos para pasarles mi energía. Muchos se acercan con el mismo problema que yo, o porque lo sufre un ser querido. Y me dicen: '¿Beto, qué tomaste? ¿Cuál es el secreto?' A todos les digo que no bajen los brazos. El secreto es luchar, poner todo para salir adelante. Si les cuesta mucho inténtenlo igual, porque la única forma de vencer al cáncer es con sacrificio y mucha fuerza", dispara, y ríe.

Juan Alberto, que disfruta el día a día, reconoce que "sabía que iba a llegar con lo justo a conducir el programa. Pero la zanahoria de poder estar el 31 de diciembre en el brindis, y hoy arrancando con mi primer programa, era tan fuerte que le dije a mi kinesiólogo: "Metete pata, exigime al máximo. Quiero estar para esa fecha".

Por su parte, contó cómo fue la última operación. "¡Durísima! Me abrieron todo, como a un pollito, y me sacaron todos los restos que quedaban del tumor. Quiero contar esto por intermedio de GENTE, para que se entere la mayor cantidad posible de personas: estoy libre de la enfermedad. La anatomía patológica, el estudio que te hacen, dio como resultado que de mi tumor, después de reducirlo con quimioterapia y rayos y operarlo el 12 de diciembre, no quedan rastros".

Y finalmente dio un mensaje esperanzador a la gente que está sufriéndolo mismo. "Les diría que no bajen nunca los brazos, que no se queden en la cama esperando el final, porque la palabra "cáncer" no es sinónimo de muerte. Hay una pelea para darle batalla desde la ciencia, la medicina alternativa, la fe y el amor. Si todo eso está, la oportunidad de sanar también está".