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"Estoy más flaca de mi peso normal"

Feliz con su atrevido personaje en La dueña, el unitario de Telefe, la actriz y modelo relata cómo le cambió la vida la llegada de Eloy, fruto de su amor con Gonzalo Heredia.

Es la calculadora e inescrupulosa Delfina en La dueña, una de las nietas de Mirtha Legrand en el unitario que sale los miércoles por Telefe. "Soy hija de Raúl Taibo y Andrea Frigerio en la ficción, y mi personaje es muy frío, trepador, usa su cuerpo para escalar y llegar adonde quiere. A veces, le sale bien y otras no, pero encuentra secretos que la dejan tecleando. Es una femme fatale que acecha al personaje de Benjamín Vicuña, ¡una atrevida!", explica Brenda Gandini (27). Súper entusiasmada con su regreso a la televisión después de haber sido mamá de Eloy, la mujer de Gonzalo Heredia irradia luz. "Estoy feliz, chocha con formar parte de este programa. Igual confieso que cuando me convocaron, lo que más me sedujo fue que iban a ser sólo tres meses de grabaciones. Más no quería despegarme de mi bebé", se sincera Brenda.

-¿Cómo manejas los tiempos con un bebé tan chiquito? -Eloy tiene 9 meses, y ya aprendí a organizarme.

Grabo todo el día, pero también tengo baches. Entonces, lo puedo ir a buscar a casa, o me armo huecos para verlo a la hora del almuerzo. Trabajo a sólo cinco cuadras de casa, así que es todo más fácil. Nunca paso más de 3 horas sin verlo, porque lo necesito y él también me necesita. Está bueno despegarse un poquito para que él empiece a tener su vida social, pero que esté la mamá siempre es fundamental para el bebé.

-¿Quién te ayuda? -Mi suegra me ayuda muchísimo, lo cuida y nos da una mano enorme. Lo mismo mi mamá, pero cuando puede porque también trabaja mucho. Con Gonzalo hablamos el tema y decidimos no dejarlo al cuidado de otra persona ajena a la familia. Con una niñera se complicaría todo porque no conoce al bebé, y nosotros preferimos cuidar nuestra intimidad.
-¿Te da culpa dejarlo a Eloy? -Soy una madre muy culposa. Lógico, estoy aprendiendo a ser mamá, pero me la paso todo el tiempo pensando que en casa me espera mi bebé. Por otro lado, quiero que él sepa que no voy a estar siempre, que de chiquito entienda a qué se dedican sus padres y lo tenga claro.

-¿Cómo estás con Gonzalo? -Muy bien, en un gran momento. El está a full con las grabaciones de Lobo y yo con La dueña, pero sabemos que somos jóvenes y tenemos que aprovechar este momento de nuestras carreras.

Gon ya tiene acentuado el protagónico, entonces tiene que grabar mucho más que otros actores. Así y todo, tratamos de organizarnos para estar juntos. No es que salimos del trabajo y nos vamos a tomar algo con nuestros amigos. Por el contrario, no vemos la hora de volver a casa para estar en familia, reencontrarnos.

Es hermoso extrañarse durante el día y esperar con ansias el momento de vernos.  Hablamos 80 mil veces por día, y cuando nos vemos, ¡es todo tan lindo!

-Estás delgada, ¿cómo hiciste? -¿Vos decís? Es el vestido negro, ¡que ajusta y disimula! No tengo ningún problema anoréxico ni nada que se le parezca. Con un niño de diez kilos, más el trabajo, el cuerpo adelgaza solo. Estoy más flaca que mi peso normal, pero no hice dieta ni nada. Con un bebé, estás todo el tiempo moviéndote, yendo y viniendo, y es un desgaste físico importantísimo. Más que estoy todo el tiempo con Eloy a upa, y no es joda andar con diez kilos encima todo el día.

-¿Ledas la teta? -No, ya no, porque tiene dientes y si le llego a dar de mamar, me muerde. Sí come papilla de todo tipo. Es más, desde los 4 meses que come, ¡es un nene muy adelantado! A esa altura, ya tenía dientitos. Volviendo a la pregunta anterior, que quede claro que no hice dieta: el cuerpo se fue acomodando solo con las actividades diarias de ser mamá.

-¿Gatea? -¡Está por caminar! Te dije que era un nene muy avanzado, ¡ja! Está súper estimulado, nos agarra de las manos y nos lleva para todos lados. Me la paso agachada enseñándole a caminar, ¡por eso estoy así de flaca! ¿Ahora me entendés? -Sí.

¿Y a quién se parece Eloy? -Dicen que cuando los nenes soy chiquitos tienen nueve caras, y que van modificándose con el tiempo. Los ojos son iguales a los míos, celestes, pero su carita va cambiando con el paso de los días.

-¿En qué te modificó la maternidad? -No sé si me modificó, pero sí sé que pienso de otra manera. Hoy, mi prioridad son mis hombres, mi familia. Antes era yo, mi ego, y progresar como actriz. Hoy, lo central es el bienestar de mi familia y después viene mi trabajo. Mi profesión y mi formación como artista me importan, claro, pero todo queda chico al lado de la familia.

-¿Planeas casarte con Heredia? -No, por el momento no. Ni siquiera hablamos del casamiento porque nuestra unión va por el amor verdadero. No necesitamos un papel para certificar que nos amamos. Un hijo te une o te desune. A nosotros nos unió, y el amor es de verdad.

-Fuiste a verlo al teatro. ¿Qué te pareció? -¡Me encantó! Soy una fanática de mi marido y fiel admiradora de la obra que está haciendo, El montaplatos. Es un laburo enorme el que hace con Ariel Staltari, su compañero, y la súper recomiendo. Es un gran desafío actoral para Gonzalo, porque la obra es difícil y el autor, Harold Pinter, bastante complicado.
Además, mi novio es el productor de la obra, y lo vive de manera muy intensa.
Obvio, lo acompaño y apoyo en todo.

-¿Cómo es actuar con Mirtha? -Actúo y hago que es mi abuela, y la trato como una partenaire más. Si me pongo a pensar que es Mirtha Legrand, me quedo paralizada porque es una de las figuras más importantes de nuestro país. Todos la admiramos, pero en el set somos partenaires, improvisamos, y nos divertimos. En la historia, me peleo con Florencia Bertotti, la otra nieta, por quedarme con el imperio. Ella es la preferida de mi abuela, y yo voy a hacer todo lo posible por ganarle. La celo y nos enojamos, pero a su vez nos divertimos muchísimo grabando.