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"Esta gente va en cana o se va a tener que ir del país" había dicho Nisman sobre Cristina y Timerman

Así lo reveló Gustavo Perednik, escritor argentino radicado en Israel que mantuvo una gran amistad con el fiscal fallecido.

La muerte del fiscal Alberto Nisman sigue sumando voces desde todos los sectores donde se acumulan puntos de vista. Gustavo Perednik, un escritor argentino radicado en Israel, y amigo cercano de Nisman, habló con TN, y relató sus vivencias en las últimas semanas del fiscal fallecido.

"Hay muchos sospechosos, pero el gran sospechoso es Irán, Nisman lo demostró en sus dictámenes, se ve en los atentados de Irán en todo el mundo... uno no acusa hasta que no puede probar lo que dice en un tribunal o una corte, pero la teoría de un asesinato es lógica".

"Unos días previos al asesinato me mandó un esquema general de lo que iba a presentar, no entraba en detalles de nombres, ese material lo tengo, no debo ser el único. Él tenía pruebas, discos, grabaciones, el material está en algún lado, lo van a hacer desaparecer".

Perednik frecuentaba a Nisman, y en su último encuentro, el fiscal le pronunció una afirmación impactante: "Fue hace alrededor de un mes, me dijo 'esta gente va en cana o se va del país. No te preocupes, el material está todo a salvo' hablando de Cristina Kirchner y Timerman, tenía grabaciones".

"El jueves recibí el material y escribí un articulo diciendo que había una brisa de esperanza en la Argentina, pero esa brisa no duró nada. No tenía miedo, decía 'yo si tengo que meter presa a mi mamá lo haría'. Nadie se va a oponer con tanta facilidad a este gobierno y poder corrupto", afirmó Perednik.

Sobre las presuntas amenazas, Perednik manifestó: "Nisman nunca habló de temer, pero decía que es posible, confieso que cuando escribí "Matar sin que se note" elegí entre 106 títulos, y uno era 'El asesinato de Alberto Nisman', pero jugaba con el tema de las amenazas. Él lo vio, me sonrió y me dijo 'este está bueno' en un tono de broma. El título era en referencia al plan iraní de atentados".

"Muerte objetivamente fue, pero no permitiría jamás que se hable de suicidio", sentenció Perednik.

Por último, el escritor reivindicó a su amigo: "Nisman era, con todo lo infantil e impulsivo, se la jugaba, creía en lo que estaba haciendo, que podía aportar algo mejor, que no iba a tirar la toalla, no había un tipo así. Se apagó la luz de esperanza del país. Muchos discrepaban con él pero reconocían todo lo que se la jugaba"