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Embarazos no deseados

* Por Daniel Annone. Es demasiado fácil atacar los resultados propiciando el aborto no punible y matando a la víctima inocente: el niño por nacer.

Preocupa la alarmante cantidad de embarazos no deseados como fenómeno social y de gran actualidad. Sabemos que el tema preocupa mucho a las autoridades y a la sociedad.

Cuando se produce un embarazo no deseado, la familia es la que siente el primer impacto y le crea, en muchos casos, la situación de no saber cómo actuar.

Los recientes protocolos oficiales inspirados en las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia muestran esa preocupación y sugieren la peor de las soluciones: liberar a la Justicia de trabajo y permitir que cualquier mujer embarazada simplemente diga "me violaron" y ya estará libre el camino para el aborto no punible.

Esta simple solución es realmente decepcionante. Es el camino más fácil para un dramático tema del que depende la vida de un inocente que no puede defenderse.

Hoy se cumplen 317 años de la muerte de Sor Juana Inés de la Cruz, quien en sus famosas redondillas escribió: "Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin reconocer que sois la ocasión de lo mismo que acusáis.".

¿Es justo castigar a la mujer que voluntaria o involuntariamente es la primera víctima de la situación? Por supuesto que no. A la mujer se la debe comprender, ayudar y procurar que el hombre, también causante de esta situación, no se borre como es habitual.

Es demasiado fácil atacar los resultados propiciando el aborto no punible y matando a la víctima inocente: el niño por nacer. Se debe buscar la solución a este tema desde su mismo origen, con educación y prevención.

La verdadera solución es enfrentar y solucionar el problema desde el mismo origen. Aquí es donde deben participar decididamente las autoridades, la escuela pública y privada, las instituciones sociales y las comunidades de fe.

Aunque parezca fuera de tiempo y un poco pacato, en la Comunidad Evangélica, de la que formo parte, defendemos la familia y enseñamos a nuestros jóvenes a respetarse y mantenerse puros e íntegros el uno para el otro para lograr un matrimonio feliz y duradero.

Así como el buen deportista se abstiene de beber, comer y hacer cosas que le impidan lograr sus altos objetivos deportivos y no le pesa hacerlo, así los jóvenes de nuestra comunidad viven de tal manera que en el futuro no tengan que arrepentirse de acciones incorrectas.

Luchemos para que no se propicie nunca más el aborto no punible como la solución. La verdadera solución es terminar para siempre con el aborto, impidiendo las concepciones no deseadas con una buena educación y prevención.

Por respeto a la vida, que es valiosa desde la misma concepción, eduquemos, formemos y ayudemos para que el aborto no sea más la fácil solución. Respetemos la vida evitando los embarazos no deseados.