El Ministerio de Economía confía en un verdadero “boom automotor” para este año. Según las proyecciones oficiales, las ventas de autos 0 km podrían alcanzar entre 600.000 y 700.000 unidades en 2025, lo que implicaría un salto de hasta el 50% frente a 2024.
“El objetivo es cerrar el año con niveles récord”, afirmó Felipe Núñez, asesor del ministro Luis Caputo, durante el streaming semanal del equipo económico. La última vez que el mercado alcanzó un volumen similar fue en 2018, con 800.000 unidades vendidas.
De acuerdo con datos de Acara, en los primeros diez meses del año se patentaron 552.484 vehículos, un 55% más que en el mismo período del año anterior. Para la entidad, la proyección de ventas para 2025 ronda las 650.000 unidades, cifra que podría ser el “piso” de cara a 2026.
Entre las razones que explican la recuperación se destacan la baja de tasas de interés, la vuelta del crédito prendario y una mayor competencia externa. Tras meses de parate por las elecciones, cuatro automotrices ya relanzaron sus planes de financiamiento, incluso con tasa 0% en algunos casos.
En paralelo, la apreciación del peso, la reducción del impuesto PAIS y los cambios en el impuesto interno a los autos ayudaron a moderar los aumentos. Mientras la inflación acumulada desde diciembre de 2023 fue del 233%, los precios de los vehículos subieron un 204%, según el INDEC.
Otro dato clave: las importaciones de autos crecieron 124% en lo que va del año, de acuerdo con el organismo estadístico. Esto amplió la oferta y contribuyó a contener los precios en algunos segmentos.
Desde el Gobierno aseguran que el impulso al crédito será uno de los motores del crecimiento económico en 2026. La estrategia oficial combina la baja de tasas, la remonetización de la economía y la acumulación de reservas del Banco Central. Según Economía, la caída del riesgo país y la llegada de capitales extranjeros que compren deuda en pesos podrían seguir empujando las tasas hacia abajo.
“El crédito volverá a ser una palanca del consumo, luego de un año de postergación”, destacó Núñez.
Durante el mismo streaming, una polémica se encendió cuando algunos referentes libertarios cuestionaron los valores locales. “Una Ford Ranger Raptor cuesta US$ 60.000 en Estados Unidos y US$ 100.000 en Argentina”, planteó el comunicador Daniel Parisini, de La Libertad Avanza.
El economista Martín Vauthier, del equipo de Caputo, respondió que podrían verse nuevas bajas si se eliminan aranceles a los vehículos eléctricos e híbridos, aunque recordó que hay impuestos y tasas del Mercosur que el país no puede modificar unilateralmente.
Según un informe de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la carga tributaria total sobre un vehículo fabricado en Argentina alcanza el 54% del precio final. Entre los gravámenes se incluyen ingresos brutos, tasas municipales, sellos, y el impuesto a los créditos y débitos bancarios.
Por eso, la esperada reforma tributaria podría ser decisiva para definir el precio final de los autos en los próximos meses.
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