DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

El partido de sus vidas: Ramón Díaz y Carlos Bianchi se juegan el futuro

Los históricos entrenadores están en la cuerda floja, y un tropezón en el Superclásico podría ser el tiro de gracia.

No será un Superclásico más el que se disputará en la Bombonera. Para Carlos Bianchi y Ramón Díaz, ambos en la cuerda floja, es uno de los partidos más importantes de sus vidas.

No hubo, hay ni habrá proyecto serio en River y Boca que incluya a Ramón Díaz y Carlos Bianchi, respectivamente. No por lo menos por ahora. Porque los dirigentes no los quieren, más bien los quieren lejos de sus clubes.

Lo juran en privado, lo niegan rotundamente en público. Las llegadas de ambos se debieron a medidas populistas, a decisiones políticas de Angelici y Passarella, que quisieron demostrar que la gente también se equivoca, que no sabe lo que quiere.

En River pidieron 10 años por Ramón. Ante cada tropezón, una cabeza rodaba y, ahí, aparecía el nombre del Pelado para sacar del fondo a un equipo que, de Millonario, sólo le queda el apodo. Pero ni él pudo. El segundo puesto en su primer campeonato parecía darle la derecha al exigente (e incomprensible) hincha.

Sin embargo, rápidamente todo se dio vuelta. El anteúltimo puesto y la pésima Copa Sudamericana dejó en evidencia al riojano, a quien le exigen que sea Copperfield, pero cada vez se asemeja más al "Mago sin dientes".

Por su parte, Bianchi no la pasa mucho mejor. Volvió a pisar la Bombonera una mañana nublada, como hoy, con unos anteojos negros y una sonrisa de felicidad en la cara de quien era, en teoría el técnico indicado para hacer borrón y cuenta nueva tras el fracaso que significó Falcioni (campeón del torneo local invicto y con 12 puntos de diferencia, ganador de la Copa Argentina y subcampeón de América).

La historia es conocida. Riquelme volvió del exilio tras ver como "su" Boca y "su" Bianchi casi salen últimos en el regreso del Virrey. Hoy, casi un año y medio después de que todo fuera carnaval, desde la dirigencia analizan seriamente no renovarle el contrato al '10', mientras por lo bajo critican los planteos tácticos y el manejo de grupo del entrenador.

Ramón Díaz y Bianchi volvieron por la historia, para repetirla y demostrar que no están "viejos" para dirigir. Pero la historia queda en los libros, la realidad les da la espalda y, dependiendo del resultado de hoy, tal vez también se las dé el futuro.