El hijo de Escobar fabrica sus narcoremeras en Colombia
El hijo del Cartel de Medellín, lanzó su marca de ropa con remeras con imágenes de su padre.
Pablo Escobar Gaviria, aún a 19 años de su muerte, es el narcotraficante más famoso del mundo. El Cartel de Medellín fue acribillado en 1993 por las fuerzas del bloque. El colombiano dejó una herencia, hoy sus hijo Juan Pablo se dedica a vender polémicas remeras con su rostro.
Hace un tiempo, Juan Pablo Escobar prometió venganza y dijo que mataría a los que asesinaron a su padre, pero luego decidió cambiar de rumbo, se cambió el nombre, se vino a vivir a Buenos Aires y abrió una marca de ropa cuyo fuerte son las remeras con la cara de su famoso padre.
La marca se llama Escobar Henao, y la fábrica está en Medellín. Las remeras, con la foto del narco colombiano y con dibujos de sus documentos, se venden entre 65 y 95 dólares, mientras que los jeans, que no tienen la foto de escobar, tienen un valor de unos 140 dólares.
La ropa no se vende en Colombia por "respeto a las víctimas", pero sí en Estados Unidos, México, España y Japón, entre otros países.
El hijo de Escobar define su producto: "La marca busca ser testigo de una historia para que no se repita y enviar un mensaje de paz y reflexión a los jóvenes. Lo que les decimos es: ‘El narcotráfico no es chiste, no vale la pena meterse en eso".
Hace un tiempo, Juan Pablo Escobar prometió venganza y dijo que mataría a los que asesinaron a su padre, pero luego decidió cambiar de rumbo, se cambió el nombre, se vino a vivir a Buenos Aires y abrió una marca de ropa cuyo fuerte son las remeras con la cara de su famoso padre.
La marca se llama Escobar Henao, y la fábrica está en Medellín. Las remeras, con la foto del narco colombiano y con dibujos de sus documentos, se venden entre 65 y 95 dólares, mientras que los jeans, que no tienen la foto de escobar, tienen un valor de unos 140 dólares.
La ropa no se vende en Colombia por "respeto a las víctimas", pero sí en Estados Unidos, México, España y Japón, entre otros países.
El hijo de Escobar define su producto: "La marca busca ser testigo de una historia para que no se repita y enviar un mensaje de paz y reflexión a los jóvenes. Lo que les decimos es: ‘El narcotráfico no es chiste, no vale la pena meterse en eso".