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El hambre real versus el hambre emocional en plena cuarentena por Covid-19

¿Cuándo realmente tenemos hambre y cuándo tenemos ganas de comer? 

Hambre emocional
Hambre emocional
Hay una seguidilla de frases que se repiten durante la cuarentena por coronavirus y que van creciendo conforme al tiempo que va pasando.“Tengo hambre todo el tiempo”, “Me hace ruido la panza del hambre”, "Comería todo lo que se me cruce", "Me duele la cabeza del hambre", para que nos brinde algunas respuestas, InfoVeloz conversó con la joven nutricionista Agustina Murcho. 
 
"Todas estas frases se relacionan al hambre propiamente dicho, pero hay diferencias. No todas las frases se refieren al mismo tipo de hambre. Es bueno saber diferenciar el hambre real del emocional, ya que ambos se tratan de diferente manera, y muchísimas veces uno empieza a hacer dieta sin tener en cuenta esto que es súper importante, porque el hambre emocional y el real, con las dietas aumenta y se hace cada vez peor", explica Murcho especializada en trastornos alimenticios que concientiza acerca de la buena alimentación.
 
¿Cuáles son las diferencias entre el hambre real y el hambre emocional? 

El hambre real, explica la Licenciada, es el hambre fisiológico. O sea, la falta de comida que se da por no comer por varias horas y por comer de manera insuficiente. El cuerpo empieza a manifestarlo con dolor de cabeza o de estómago (como dice la frase), o con la sensación de “hambre” que es difícil de describir pero todos lo tenemos, o con el típico mal humor de “hambre”. 

La solución es comer, nada más que eso. Se come, el estómago manda la señal al cerebro de qué hay comida, y tema solucionado. En estos casos, comeríamos cualquier cosa, desde una ensalada a una milanesa con puré, porque lo que necesitamos es calmar esa sensación.

En cambio, el hambre emocional el más difícil de combatir, este tipo de hambre hace que tengamos hambre “todo el tiempo” y que nada nos llene, porque el cerebro utiliza a la comida para evadir problemas, emociones y pensamientos. Suele darse con atracones, comidas de mala calidad, comer de más o picoteos. Se debe hacer tratamiento nutricional, psicológico y si es necesario, psiquiátrico, ya que solamente con nutrición no alcanza, porque el problema de base no es la comida sino las emociones. Es un trabajo muy duro, lleva su tiempo, pero se puede salir.

Esto es importante saberlo para saber cómo tratarse. Pero siempre deben tratarlo con un profesional que tome en cuenta estas cosas y lleve a cabo un plan adecuado para la situación de cada uno.
 
La Licenciada Agustina Murcho, se declara en contra de las dietas, sus principios se fundan en que una persona, en general, puede comer variado sin la necesidad de tener restricciones. 

Además, considera que se puede disfrutar de cada alimento, cada sabor y no sufrir en el intento. Genera controversias y trabaja para derribar mitos y falsas creencias sobre la nutrición, cómo las dietas detox o dietas milagrosas. 

¿La perlita? Durante los últimos años lanzó 2 libros. El primero “Podemos comer de todo” que salió en agosto del 2017. Y en octubre del año pasado publicó “Podemos querernos más”. En ambos libros es fiel a sus principios como nutricionista. 

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