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El dulce de leche y los alfajores argentinos están entre los 10 mejores postres del mundo

Según la guía culinaria Taste Atlas, las delicias locales ocupan el top ten en un ranking de 100 postres de todas las latitudes. Qué puesto ocupan los tradicionales tiramisú, crème brûlée y volcán de chocolate.

La guía culinaria Taste Atlas dio a conocer su lista de “los diez postres mejor valorados del mundo”, entre los que se encuentran los alfajores argentinos y el dulce de leche.

Taste Atlas se dedica a reseñar y calificar platos de todas las latitudes del mundo, y para este ranking contó con 75.283 valoraciones, de las cuales 55.308 fueron reconocidas por el sistema como legítimas.

Desde el sitio aclaran que sus listados no deben verse como una conclusión global final sobre la alimentación, e insisten en que su propósito es “promover excelentes comidas locales, infundir orgullo por los platos tradicionales y despertar la curiosidad de los lectores por platos que no han probado”.

 

El top ten de los mejores postres

10- Sernik (Polonia)

Sernik es una tarta de queso procedente de Polonia, que surge de antiguas tradiciones cristianas y judías. Elaborado a base de huevos, azúcar y twaróg -un tipo de requesón que se utiliza en postres desde hace cientos de años-, se cree que el sernik se originó en el siglo XVII, cuando el rey Juan III Sobieski trajo consigo la receta después de su victoria contra los turcos en la batalla de Viena.

Y si bien en la actualidad existen muchas variedades de este manjar -algunas horneadas y otras sin hornear-, generalmente se prepara sobre una capa de pastel desmenuzable. A menudo, se le añaden pasas, salsa de chocolate o frutas.

Una de las variedades más populares del postre tiene un bizcocho como base y se cubre con gelatina y fruta por encima.

 

9- Soufflé de chocolate (Francia)

Se trata de un exquisito postre francés que combina chocolate negro con una base cremosa de yema de huevo y claras batidas a nieve.

Se lo suele preparar en moldes pequeños y se hornea ligeramente para que quede suave y aterciopelado en el medio, con una superficie deliciosa y crujiente. Al igual que otras variedades de soufflé, la versión de chocolate también se considera un desafío técnico, pero si se hace correctamente, da como resultado un dulce maravillosamente delicado.

Y si bien originalmente el soufflé se preparaba como plato salado, hoy en día es uno de los postres más populares aclamado internacionalmente.

 

8- Dulce de leche

Es un tipo de dulce, que, como su nombre lo indica, se realiza a base de leche. Y si bien su origen es polémico y son muchos los países que se adjudican el invento de este manjar, el ranking de Taste Atlas lo presenta como “originario de Argentina y Uruguay”.

Tradicionalmente, se elabora calentando leche de vaca azucarada hasta que se caramelice y adquiera una consistencia espesa, suficiente para actuar como untable, relleno para pasteles y tartas o aderezo para helados.

Una de las leyendas más populares en torno al origen de este dulce, dice que el dulce de leche se originó en Buenos Aires en 1829, cuando una cocinera del militar y político argentino Juan Manuel de Rosas preparaba la lechada (leche de vaca con azúcar, calentada al fuego para agregar al mate). Sucedió que dejó la preparación en el fuego un poco más de lo habitual y al regresar a la cocina notó que se había vuelto una sustancia de color marrón oscuro, y así nació el dulce de leche.

 

7- Alfajores

Los alfajores argentinos también integran la prestigiosa lista. Para quien nunca haya probado uno, podría describirse como “dos tapas de masa dulce redondas, que como si se tratara de un sándwich, se unen con un relleno de dulce de leche o mermelada entre ellas”.

Luego, la combinación se recubre con una capa de chocolate, que puede ser blanco o negro o se espolvorea con azúcar glas.

El nombre alfajor proviene de la palabra árabe al-hasú , que significa “el relleno”. Cuenta la historia que si bien las galletas se pueden encontrar en toda América Latina, son originarias de Andalucía, España, y fueron los españoles, cuando llegaron a América, que trajeron sus comidas y tradiciones a lo largo del camino y, con el tiempo, casi todos los países de América Latina han adaptado el alfajor español para hacerlo suyo.

 

6- Dondurma (Kahramanmaras, Turquía)

Se cree que el helado turco es originario de la ciudad de Maraş (de ahí el nombre) y lo que realmente lo diferencia de otras variedades es su resistencia a derretirse y una textura particularmente densa y masticable. Al parecer, estas cualidades se obtienen añadiendo dos agentes espesantes a la mezcla básica de leche y azúcar: goma árabe, también conocida como resina de masilla, y salep, un tipo de harina elaborada a partir de la raíz de la orquídea morada temprana.

De hecho, en la región de Kahramanmaraş, el helado suele contener claramente más salep de lo habitual, por lo que a veces se le llama kesme dondurma —del turco kesmek, que significa cortar—, por lo que esta variedad de helado se suele comer con un cuchillo y un tenedor.

 

5- Crème Brûlée

Este tradicional postre a base de yemas de huevo, nata, azúcar y vainilla, se completa con una corteza dura de caramelo quemado, que al romperse para comer genera una mezcla de texturas y temperaturas en el paladar que lo hacen único.

Los orígenes de este plato no están claros, y tanto Inglaterra como España y Francia afirman haberlo inventado.

La mayoría de los historiadores de la alimentación coinciden en que las natillas eran populares ya en la Edad Media y que las recetas de natillas circularon por toda Europa durante siglos.

 

4- Tiramisú (Italia)

Es sin dudas uno de los postres icónicos de la cocina italiana. Y aunque es en realidad un invento bastante reciente, este postre de bizcochos empapados en café con capas de crema de mascarpone tiene fanáticos en todo el mundo.

Su nombre proviene de la frase tirami sù, una expresión italiana que literalmente significa recógeme, en referencia a los efectos edificantes del azúcar, el licor y el café.

Como toda delicia, los orígenes del tiramisú son muy discutidos: en este caso, entre las regiones de Véneto y Friuli-Venecia Julia, pero a menudo se sugiere que el primero se hizo en Véneto a principios de los años 1960.

La receta más antigua documentada de tiramisú no llevaba alcohol y se publicó en la edición de la primavera de 1981 de la revista Vin Veneto, en un artículo sobre postres a base de café escrito por Giuseppe Maffioli, un renombrado crítico gastronómico y miembro de la Academia Italiana de Cocina.

 

3- Queso helado (Arequipa, Perú)

El queso helado es un postre peruano muy parecido al helado.

Originario de Arequipa, generalmente se elabora con una combinación de leche entera, leche evaporada, canela, clavo, coco rallado, azúcar y yemas de huevo. Ambos tipos de leche se cuecen a fuego lento con canela, clavo, coco y azúcar.

Luego se retira la preparación del fuego, se añaden las yemas de huevo una a una, se vuelve al fuego y se cuece a fuego lento durante unos minutos. La mezcla se cuela para quitarle las especias y luego se coloca en el congelador hasta que adquiera la textura de helado.

 

2- Bombocado (Brasil)

Es un postre brasileño elaborado con parmesano rallado, coco rallado, harina, leche, mantequilla, huevos y azúcar. La mezcla se hornea, se enfría y luego se corta en gajos.

Este postre se suele preparar para el Día de la Independencia en ese país y se recomienda servirlo con una cucharada de crema batida y una taza de café brasileño como acompañamiento. El nombre bombocado puede traducirse como “buen bocado”.

 

1- Crepes (Bretaña, Francia)

Se trata de finas tortitas elaboradas con harina de trigo, que tienen su origen en la región francesa de Bretaña.

Pese a que se trata de un alimento básico francés -considerado un plato nacional en ese país-, las crêpes son tan populares que se han extendido por todo el mundo desde principios del siglo XX, cuando la harina de trigo blanca se volvió asequible.

Se preparan con harina, huevos, leche y mantequilla batidas hasta obtener una masa de consistencia semi líquida, que luego se vierte en una sartén para crepes y se fríe. La tradición es darles la vuelta al aire mientras se cocinan, y cuenta la leyenda que si se logra “cazar” la crepe en la sartén, la familia estará bien económicamente el resto del año.

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