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El diario de Mariana y la "transformación" que lo puede convertir en "Dale!..."

El ciclo de Mariana Fabbiani va tomando otro rumbo desde hace algunos días, y para ese fin se refuerza con buenos profesionales.

"El diario de Mariana" fue el sucesor de "Dale! la tarde", un ciclo que arrancó con la conducción de Mariano Iúdica y Florencia Peña, y con un número importante de panelistas de distintos rubros que iban desde la cocina, al espectáculo, pasando por el sexo y las tendencias.

En poco tiempo el programa abandonó ese camino y se transformó en un programa de espectáculos, con la incorporación de periodistas como Camilo García y Marcela Coronel, para sumarlos al único sobreviviente de ese primera etapa, Rodrigo Lussich.

El programa de Mariana Fabbiani parece seguir la misma ruta, esta nota lejos de criticar esa situación, plantea cómo los ciclos van encontrando su rumbo y su estilo según sus necesidades y también obviamente, las urgencias del rating.

"El diario de Mariana" también comenzó como una magazine de actualidad, luego tuvo un período fuerte en el cual se trataban casos policiales como el de Ángeles Rawson y desde hace unas semanas, el espectáculo y las cuestiones de farándula tomaron la posta.

Atrás quedaron los sifonazos, los "freaks" que venían a mostrarse o las historias de "santos" o místicas. Hoy se incorpora al staff Ángel de Brito, un periodista y conductor que maneja el rubro del espectáculo como pocos, se suma a Luis Bremer, otro importante colega y a Mariana Brey, sin descontar que Karina Iavícoli también oficia de periodista de espectáculos. Está claro que el ciclo se refuerza para salir a competir con un rubro muy complicado como es el de la farándula.

Con la impronta de Mariana Fabbiani y su ángel y experiencia, "El diario...." intenta volcarse al mundo del show y para tal motivo se rodeó de buenos profesionales. Al igual que en "Dale! la tarde", el espectáculo y los chimentos parecen ser los temas que la gente quiere ver a la hora de la siesta, y por eso los programas, a veces, cambian su identidad y se transforman de la noche a la mañana.

Cambios sobre la marcha, buscando lo mejor para la gente y en especial para el rating, y no está mal que así sea.