El detenido por el crimen del carpintero que fue confundido con un ladrón dijo que no disparó el arma

El único detenido por el crimen de Jonatan Ezequiel Sagardoy, el hombre al que mataron de un tiro al confundirlo con un ladrón en Villa Ballester, reconoció que participó de la persecución y que bajó armado a increpar a quien creían que era un delincuente. Sin embargo, el sospechoso, de 26 años, negó haber efectuado el disparo.

Se trata de Guillermo Nicolás Gómez, que desde el domingo, tras entregarse, quedó detenido acusado de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". Al ser indagado por el fiscal de la causa, Fabricio Iovine, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de San Martín, admitió su participación en el hecho e incluso haber estado armado, pero negó ser el tirador.

"Dijo que se bajó de la camioneta en la que iba, con un arma que no era de él y encontró en ese vehículo. Admitió que fue una de las dos personas que fueron a interceptar al hombre, pero dijo que al acercarse escuchó un tiro que él no disparó”, dijo a la agencia Télam una fuente judicial.

Según la misma fuente, el acusado aseguró que el arma, a la que se refirió como "la 40", en alusión al supuesto calibre -y que aún no fue secuestrada-, la dejó en el mismo auto del que la había tomado.

Con esta declaración, los voceros informaron que Gómez quedó comprometido. De acuerdo a las evidencias y al relato del testigo presencial que acompañaba en su camioneta a Sagardoy, el balazo que recibió la víctima provino del lateral derecho, el mismo lugar por donde el imputado admitió haberse acercado armado.

El relato de un testigo del asesinato de Jonatan

Un amigo de Sagardoy viajaba en el mismo vehículo el sábado por la noche cuando fueron sorprendidos por dos vehículos y una moto. "Vinieron dos con un arma calibre .22, como se nos acercaron a la ventanilla del acompañante pensamos que nos iban a robar, él acelera y le disparan", relató el testigo, Cristian Castro, en diálogo con TN.

Según Castro, después dispararon en el vidrio de atrás y ahí él recibió un balazo en el hombro, por lo que Sagardoy condujo como pudo hasta el Hospital Eva Perón de San Martín. Por la gravedad de las heridas, la víctima quedó internada y murió el lunes a raíz de las lesiones sufridas.

"Jonatan era trabajador, un amigo muy querido por toda la gente y que siempre sonreía", expresó Castro y agregó: "Lo que hicieron no tiene perdón y lo único que quiero es justicia y que caigan todos".