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El descargo de Diego Brancatelli tras cerrar su supermercado “Don Ahorro”: “No me fundí”

El periodista contó las razones por las cuáles no pudo continuar con el negocio que emprendió durante la pandemia.

En los últimos días, Diego Brancatelli confirmó que, por la crisis económica que arrasa con el país, tuvo que cerrar “Don Ahorro”, el supermercado low cost que había abierto junto a cuatro socios durante la pandemia en Caseros.

La ilusión del emprendimiento propio duró menos de dos años, pero el periodista afín al kirchnerismo advirtió que tiene planes de seguir invirtiendo en otro tipo de negocio.

Consultado por Jorge Rial en “Argenzuela” (C5N) sobre esta situación, Brancatelli hizo su descargo. "Decidiste cerrar tu supermercado ¿Qué pasó? Hoy leí a algunos que decían: 'Lo abrió con Macri y lo cerró con Alberto (Fernández)", lo metió en tema el conductor.

Antes de explicar por qué cerró su negocio, Diego aclaró: "Abrí con Alberto y cerré con Alberto. Pero no es una cuestión de abrir o cerrar. Uno va buscando unidades de negocio, siempre como nos enseñaron a laburar. Apuestas que uno hace. Proyectábamos un tipo de negocio que ya desde el arranque no se dio, con cierto perfil que nunca se lo pudimos encontrar".

"La idea era generar una cadena de supermercados con sucursales en todo el país y quedó reducido a un almacén, un supermercado de barrio", se lamentó.

Y luego explicó que no bajará los brazos y hará una reinversión de dinero en otro rubro: "Siendo cuatro socios, el local nuestro, cuando llegamos a fin de mes nos da mejor la cuenta utilizando ese local para otra actividad. Y es lo que vamos a hacer: nos vamos a reinventar con otra cosa y cambiar simplemente. No es tan grave. No era lo que esperábamos. Funcionar, funciona y lo podemos mantener. Ahora, para ese rubro, no era redituable económicamente".

Al ver las imágenes del supermercado, asumió errores que se pudieron haber evitado en el plan de negocio inicial: "Fíjense que el local no se veía de afuera. Allá al fondo está el local y con escalera. 'Acá no va a funcionar un supermercado porque la gente grande no va a subir, no va a bajar bolsas de peso. De afuera no se nota que hay un mercado', me advirtieron. Fue uno de los graves errores y yo no lo creí, pensé que con la prensa que tengo, con carteles, cuando haga publicidad...".

"Ya está alquilado el lugar para otra actividad", adelantó. "¿Y qué vas a poner ahora, un sex shop?", bromeó Paulo Kablan, compañero suyo. A lo que Brancatelli respondió, entre risas: "Y...puede ser eh".

Además, el periodista dejó en claro que no fue un fracaso de negocio como muchos lo tildan: "No estamos mal ni preocupados. No me fundí, de hecho. No lo tomo como algo negativo. Dejo que hablen nomás. Tuve muchos empleados y están contentos, todos felices".

Sobre el plan de negocio que tenía en mente, intentó explicar y dar sus razones de por qué no salió como estaba planeado: "La idea inicial era trabajar con todas pymes y marcas de empresas e industria de marca local. Low cost. Era ayudar a la gente para que compre lo más barato posible. En plena pandemia nos dedicábamos, teníamos más tiempo...".

"Pero cuando se reactivó toda la actividad, cada uno tenía su laburo y no valía la pena seguir con algo que uno no le puede prestar atención. En el comercio hay que estar permanentemente encima. Y si no pasa eso, hay unidades de negocio que te dejan más plata y lo que viene nos va a dejar más plata", concluyó, entusiasmado en poder reinventarse.

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