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El constante crecimiento de la Ciudad plantea desafíos urbanísticos

Los graves y cada vez más crecientes problemas urbanísticos que presenta La Plata quedan evidenciados en forma cotidiana, especialmente en las horas pico y en los lugares clave, en situaciones cuya reiteración constituye un abierto desafío y obliga a que desde la Municipalidad se encaren planificaciones que no sólo corrijan esas deficiencias sino que proyecten un nuevo modelo de ciudad.

Ahora, atendiendo a un reclamo de vecinos del barrio Norte, la Comuna acaba de tomar una medida consistente en disponer que la calle 2 deje de ser uno de los corredores de ingreso al casco urbano de los micros de media distancia. Tal como se detalló en este diario, la medida eliminó esa opción, vigente hasta la semana pasada para los servicios provenientes de la capital federal por el Centenario, con el objetivo de aliviar los congestionamientos recurrentes y poner así paños fríos al descontento vecinal.

El nuevo diagrama elaborado por la dirección Transporte y Tránsito dispone que todos los colectivos que lleguen a la Ciudad por el camino Parque Centenario entren al casco histórico por las avenidas 32, 120 y diagonal 80, plaza Italia y diagonal 74, tal como lo hacen actualmente los que arriban por la Autopista.

Para explicar el cambio, los funcionarios aludieron a la fuerte demanda vehicular y a la saturación" que se plantea cotidianamente en 2 entre 32 y 38.

Como se sabe, los recorridos de los micros de media distancia que unen nuestra ciudad con la capital federal se vienen desdoblando desde inicios de 2011. En enero pasado, entre otras modificaciones, se dispuso que los colectivos provenientes del Centenario llegaran a la Terminal tomando las avenidas y calles 13, 32, 2, 43, 4 y 42, promoviéndose a partir de allí los cambios descriptos.

Es lógico que pueda despertar expectativa una reformulación circunstancial de una de las entradas y salidas de la ciudad más importantes. Y es razonable aguardar, entonces, que la modificación pueda traducirse en algunas mejoras concretas para el tránsito por ese sector.
Pero lo que sigue estando en claro es que la Ciudad se encuentra desafiada por problemas urbanísticos de muy compleja solución que, tarde o temprano, tendrán que ser encarados y que, de no hacerlo, se agravarán inexorablemente en el futuro inmediato.

Hablar de una reformulación del transporte público -con utilización de unidades eléctricas como, por caso, los trolebuses o micros impulsados por ese tipo de energía-; de reubicación de las terminales de ómnibus y ferroviaria, eliminándose barreras urbanas hoy insalvables; de accesos solventes, con anillos perimetrales, constituyen parte de las soluciones que la ciudad espera.

Para ello, la Municipalidad debiera -como se hace en las ciudades mejor desarrolladas- apelar a ingenieros viales, urbanistas y especialistas en planeamiento, capacitados para elaborar el plan de reordenamiento que la ciudad reclama.