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El caso argentino de Stella Boonshoft y un final menos feliz

Una joven escribió sobre el difícil camino de la autoaceptación y se mostró en las redes tal cual es. La imagen fue eliminada.

Stella Boonshoft se hizo famosa por el simple hecho de mostrar su cuerpo y no avergonzarse de ello. Junto a su foto y al texto "Este es mi cuerpo. Supérenlo", la estudiante estadounidense revolucionó las redes sociales por su emotiva historia. El caso de la joven que, luego de un pasado de burlas y presiones se animó a quererse a sí misma y lo hizo saber, no es único.

En Argentina otra joven se sumó a la iniciativa de Stella y en su cuenta de Facebook publicó una imagen de ella en ropa interior junto a unas palabras sobre la aceptación personal. Bajo el seudónimo de Flor Frutal, contó sobre los problemas que tuvo con su físico y cómo influían los comentarios negativos de sus compañeros de colegio.

Relató cómo gustarse "es un proceso largo aceptación de nosotros mismos" y también acerca de "cómo las revistas y publicidades nos dicen cómo tenemos que ser" y "eso nos condiciona muchísimo".

La foto obtuvo más de 3000 "Me gusta" y cientos de compartidos, pero también muchos insultos y comentarios agresivos e hirientes. Como si fuera poco, alguien denunció a Flor por contener "Pornografía" y por contenido "Molesto", y  en consecuencia, la foto fue eliminada y la cuenta bloqueada. 

"Se armó un debate muy largo, mucha gente me insultó pero por otro lado, recibí más de 150 mensajes por inbox de Facebook agradeciéndome", contó Flor a DiarioVeloz.

Así todo, el caso de Stella le mostró que animarse a aceptarse vale la pena.

"El propósito fue ese, que más gente también se anime, pero bueno, siempre salen los comentarios y la censura, aunque le veo todo el lado positivo que se generó y se sigue generando", aseguró.

Facebook eliminó su foto pero sí permite cientos de fotos de mujeres en bikini o corpiño con medidas "publicitarias".

El caso de Stella se volvió a repetir pero lamentablemente con un desenlace menos esperanzador. Cuestionamos los estereotipos y las presiones pero, ¿realmente estamos listos para aceptar al otro con sus diferencias? ¿Y a nosotros mismos?