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El cable es un viaje de ida: motivos para exiliarse

Crece y crece el encendido del cable en desmérito de la televisión abierta, que pierde televidentes como la política pierde adherentes. ¿Por qué?

Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla

La baja de encendido de la televisión abierta es alarmante; este año como nunca el éxodo de televidentes al cable aumenta en proporciones increíbles, sumando cantidad de canales que hacen frente muy fuertemente a la programación de los cinco canales de aire que sufren pisos históricos, estando en lo más visto de la tele programas que no llegan a 20 puntos.

La diáspora no empezó ahora pero se nota como nunca antes este año; con un altísimo encendido para los canales de noticias, que sumados superan los dos dígitos. Los canales infantiles mandan también; de hecho el suceso de marketing para chicos es un producto nacido en el cable: Violetta.

¿La gente se hartó de la programación de los canales abiertos? Programas en vivo con paneles, mediáticos sin fin, peleas y escándalos con presupuesto barato, superposición de temas e invitados en cadena nacional por un lado; ficciones con grandes actores pero con historias tal vez demasiado trilladas, con excepciones. De hecho cuando una historia viene diferente, es un éxito. "Graduados" el año pasado rompió el rating, para poner un ejemplo. "Farsantes" es más elitista pero sin dudas convoca; el carisma de Natalia Oreiro y Adrián Suar es líder, pero -para tomar como ejemplo- la actriz uruguaya superaba los 30 puntos diarios en 2006 ("Sos mi vida") y hoy promedia 18, siete años después.

¿Dónde está la gente? ¿Qué mira ahora? El cable crece, a veces tiene más avisos que la tele abierta -a otros costos, obviamente- y muchos piensan proyectos que en otra época hubiesen ido a la tele abierta y ahora se arman para el cable.

El fenómeno crece. El público está en algún lado, pero parece que viendo la tele abierta, no.

Aquí sumamos algunos motivos para irse al cable:

1) No tiene cortes interminables y nos ahorramos ver los avances de los próximos programas, que en general muestran todo un capítulo.

2) Uno sabe siempre a qué hora empiezan los programas; en la tele abierta es una lotería.

3) Uno se salva de encontrarse en pantalla -en algún momento del día- con una repetición de "Casados con hijos".