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Dos asaltos en Recoleta

Con sólo 24 horas de diferencia se registraron dos asaltos, uno de ellos de características violentas, en edificios del barrio porteño de Recoleta.

Uno de los hechos -conocido esta mañana- se produjo el fin de semana pasado en la calle Montevideo 1558 y fue sufrido por Matías Lanusse, quien tiene 29 años y se desempeña como comunero de Recoleta, elegido en los comicios del año pasado.

Lanusse entraba al edificio cuando una joven de unos 27 años lo saludó y él le contestó de igual forma, a pesar de no advertir de quién se trataba.

"En ese momento la joven se me acercó y un hombre salió de un Volkswagen Fox blanco que había estacionado en la puerta, me apoyó un arma en la espalda y me dijo que entrara", contó el joven al diario La Nación.

Los delincuentes obligaron a Lanusse a conducirlos hasta el departamento en el que vive con sus padres.

En el ascensor, el joven fue golpeado con la culata de un arma en la cabeza.

El padre del joven comunero, el ingeniero agrónomo Marcelo Lanusse, primo del ex fiscal Pablo Lanusse, dijo que fue sorprendido por el hombre que integraba la pareja de delincuentes.

"Yo estaba trabajando en mi escritorio con la computadora y vi una silueta que se acercó. ´¿Y vos quién sos?´, pregunté, y el hombre me apuntó con un arma y me respondió: ´El que te viene a robar´", relató el profesional sobre el encuentro con el ladrón, un hombre de cabello oscuro y unos 30 años de edad.

Tras una discusión, Marcelo Lanusse fue golpeado a culatazos como su hijo y recibió un corte en el cuero cabelludo.

Después, la mujer fue a buscar a la esposa del ingeniero, que dormía en su habitación, y todos los integrantes de la familia fueron obligados a tirarse al piso, tras lo cual los ataron.

Los delincuentes se tomaron varios minutos, mientras recibían la comunicación de un tercer cómplice que les decía que podían actuar con tranquilidad, para alzarse finalmente con un botín compuesto por joyas, dinero en efectivo y aparatos electrónicos.

A sólo dos cuadras de allí, en Montevideo 1332, una vecina llamada Mariana escuchó que una mujer llamaba a su departamento del primer piso del edificio, mientras hablaba por teléfono con un amigo.

"Del cuarto piso", alcanzó a escuchar y pensó que se trataba de una vecina.

Cuando abrió la puerta, se encontró con una mujer y tres hombres que la amenazaron con un arma y se introdujeron en el departamento, según su relato.

La dueña del domicilio fue inmediatamente atada y amenazada para que les revelara el lugar donde se encontraba la caja fuerte, que en realidad no existía.

Los delincuentes se fueron finalmente con una computadora como único botín y lograron escapar, a pesar de que la Policía arribó a los pocos minutos al lugar, alertada por el interlocutor telefónico de la damnificada, que alcanzó a darse cuenta de que estaba siendo asaltada.