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Distinción internacional a nuestra Fiesta de la Vendimia

La prestigiosa publicación National Geographic ubicó a la Fiesta Nacional de la Vendimia como el segundo mejor festejo de cosecha del mundo. Una distinción que genera orgullo, pero que también debe ser un llamado de atención para los que intentan poner la gran fiesta de todos los mendocinos al servicio de conveniencias del sector.

La distinción que otorgó National Geographic, al designar a la Fiesta Nacional de la Vendimia como el segundo mejor festejo de cosecha del mundo, detrás del Día de Acción de Gracias que se celebra en EEUU, implica un reconocimiento internacional más que importante a nuestro máximo evento de homenaje al trabajo del hombre de campo y a la belleza de la mujer mendocina.

Sin embargo, ese reconocimiento y la admiración que suscita la fiesta en los turistas, a veces se da de bruces con las actitudes de algunos mendocinos que utilizan la fiesta para efectuar reclamos sectoriales que no sólo empañan el acontecimiento, sino que involucran a los visitantes en problemas locales que ellos desconocen y que no les incumben.

La página de la publicación mundial comienza por destacar la Bendición de los Frutos, al señalar que el arzobispo "rocía las primeras uvas de la temporada con agua bendita y le ofrece la nueva cosecha a Dios, lo que desencadena un mes de celebraciones en la provincia de la Argentina". Expresa luego que "los músicos, artistas y bailarines suben al escenario antes de la coronación de la Reina, que es elegida en medio de un espectacular telón de fondo de fuegos de artificio".

Ese reconocimiento se traslada también a los visitantes, que por miles asisten a Mendoza para asombrarse ante la majestuosidad del espectáculo en el Frank Romero Day o la participación activa y bulliciosa en la Vía Blanca o el Carrusel.

Lo llamativo de todo es que esa valoración externa muchas veces no se condice con ciertas apreciaciones internas, ya que la Fiesta suele ser utilizada para efectuar reclamos sectoriales de la propia actividad, exigiendo la participación del Estado para aumentar el precio del vino, como sucediera con aquella recordada marcha con un cajón de muertos lleno de uvas durante la gestión de Rodolfo Gabrielli.

En el Carrusel suelen proliferar marchas de reclamos por aumentos salariales de los gremios del Estado o manifestaciones que nada tienen que ver con la industria, como sucedió con el rechazo a la actividad minera contaminante en la que hasta se le faltó el respeto al gobernador de San Juan.

El colmo de las incongruencias se dio el año pasado, cuando los artistas de la fiesta central decidieron realizar un paro de actividades por un reclamo gremial inconsistente, como la no entrega de entradas para sus parientes o inconvenientes en los camarines, dejando sin espectáculo a miles de mendocinos y turistas que, soportando inclemencias climáticas, llenaron las gradas del Anfiteatro.

La distinción otorgada por la National Geographic debe significar un fuerte llamado de atención para los que incitan esas actitudes. La máxima fiesta del trabajo mendocino no puede ser empañada por intereses sectoriales, gremiales o políticos, que en nada contribuyen a respetar la Fiesta y que poco o nada de rédito otorgan, en razón de que el grueso de la población, que quiere y venera la Fiesta, rechaza las actitudes de esos grupos minoritarios que intentan aprovechar el momento para lograr alguna ventaja en su propio beneficio.