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Día caliente en Constitución

Por Emilio Ruchansky* Efectivos de la comisaría 16ª detuvieron a tres travestis con maltratos, golpes y retención de documentos. Cuando una dirigente trans fue a socorrerlas, también la llevaron presa. En la seccional denunciaron un intento de abuso.

Eran cuatro las chicas trans que ayer al mediodía estaban paradas frente al Hotel Faraón, cuando aparecieron los agentes de la comisaría 16ª, en el barrio porteño de Constitución.

Según comentó Valeria Ramírez, referente travesti de la Fundación Buenos Aires Sida, cuando llegó a socorrerlas la situación ya se había desbordado. "A una le robaron, a otra le tiraron gas pimienta, pero pudo huir; las maltrataron y las golpearon, además de retenerles los documentos", aseguró la activista, que también fue detenida y derivada a la comisaría junto a tres de las cuatro chicas. "Adentro, intentaron abusar sexualmente de una, fue una pesadilla", agregó Ramírez, quien ayer esperaba ser recibida por funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación.

El cargo esgrimido por los uniformados para detenerlas fue "resistencia a la autoridad", porque supuestamente se negaron a mostrar sus documentos. El hecho ocurrió a las 13.30, sobre la calle Pavón, entre Santiago del Estero y Salta, una zona en la que suelen parar muchas travestis en situación de prostitución. Allí la violencia policial y el pedido de coimas, comentó Ramírez, es habitual. "La noche anterior el personal de esta comisaría las había obligado a desnudarse en plena calle para revisarlas y no era la primera vez que les pasaba", dijo la dirigente.

Ramírez acudió al lugar de inmediato porque la sede de la Fundación Buenos Aires Sida queda muy cerca, pero no tuvo siquiera oportunidad de hablar. Según relató ayer a este diario, al llegar fue prepoteada por los agentes cuando les explicó que no podían retenerles los documentos a las sospechosas. Luego, relató, los oficiales la empujaron contra una pared, la revisaron, la esposaron y la metieron en el patrullero. Camino a la comisaría con las otras tres chicas supo que a una de ellas le habían lastimado la mano y se negaron a atenderla.

Ante esta situación, el activista y compañero de trabajo de Ramírez, Alex Freyre, fue hasta la comisaría en San José y Cochabamba. Enterado de los cargos, Freyre solicitó la presencia de un defensor oficial para las detenidas, que compartieron calabozo durante cuatro horas, mientras un policía de la seccional, según aseguró Ramírez, "insinuó que si le practicaba sexo oral la liberaba de inmediato; si no fuera por nuestras quejas, podría haber sido abusada". Adentro, agregó, las obligaron a desnudarse dos veces, sin mediar explicaciones.

Según Freyre, "estas prácticas son habituales, los patrulleros levantan de cuatro o cinco travestis con la excusa de labrar actas por violación al Código Contravencional porteño". Según el artículo 81 de la norma, "quien ofrece o demanda en forma ostensible servicios de carácter sexual en los espacios públicos no autorizados o fuera de las condiciones en que fuera autorizada la actividad es sancionado/a con 1 a 5 días de trabajo de utilidad pública o multa de 200 a 400 pesos".

Este Código, criticado por el activismo trans por instaurar "el corralito de las pobres" en materia de prostitución, aclara: "En ningún caso procede la contravención en base a apariencia, vestimenta o modales". Por el miedo a las represalias, las cuatro detenidas se dirigieron junto a Freyre y activistas de Putos Peronistas y La Cámpora Diversia al Ministerio de Seguridad nacional. "Pedimos protección para ellas", aseguró Freyre.